Los bebés pierden horas de sueño si duermen con los padres
Tener una buena calidad en el sueño, así como cumplir las horas necesarias, es fundamental para la salud de todo ser humano. Ya hemos visto, en distintas investigaciones, como dormir lo suficiente evita problemas como la obesidad, por ejemplo, nos alivia el estrés y nuestro cuerpo se desarrolla de forma adecuada, mucho más si está pleno crecimiento como sucede en los niños.
Aunque no hablamos de una moda que se haya implantado en los últimos tiempos, lo cierto es que el colecho ha tomado mayor importancia en las últimas décadas. Sin embargo los expertos avisan de los peligros que puede llevar que nuestro bebé duerma en nuestra misma cama. Ahora, una nueva investigación llegada desde Estados Unidos amplía más esa información, ya que se ha comprobado que los bebés que duermen en el mismo dormitorio que sus padres pierden horas de sueño y, por lo tanto, calidad de vida.
45 minutos menos de sueño cada noche si duermen con los padres
Para llevar a cabo esta investigación, realizada en la Facultad de Medicina en Penn State, Estados Unidos, se tomaron como muestra a 230 bebés y sus padres, a los que se les preguntó sobre los hábitos de sueño de sus bebés, para comprobar si existía una relación entre el lugar en el que descansaban y las actividades nocturnas que se producían.
Es entonces cuando se comprobó que los bebés mayores de seis meses, que todavía dormían en la misma habitación que sus padres, tenían una media de 45 minutos menos de descanso que los que ya lo hacían en su propio cuarto. A lo largo de la noche, los niños se suelen despertar en algún que otro momento, lo que se conoce como periodos de vigilia. Si esto se produce estando el bebé en su propia habitación, pronto retoma otra vez el sueño y continúa su descanso.
¿Colecho o habitación propia? La polémica está servida
Sin embargo, si el bebé está con los padres, solemos ir a atenderlo de inmediato, sin darle la posibilidad de que retome por él mismo el sueño. En la mayoría de los casos, le ofrecemos el pecho para que se calmen y relajen, lo que les hace entrar en un círculo vicioso muy complicado de eliminar conforme van creciendo.
Es así como los expertos que han realizado este estudio, aconsejan a los padres que el bebé tenga su propio dormitorio a partir de los seis meses. Además de inculcarle buenos hábitos y enseñarles a ser más independientes, también le aseguramos más horas de descanso que le van a venir muy bien para su salud. Sin embargo, y como suele suceder en estos casos, la polémica está servida.
Vía | El semanario
Fotos | Pixabay – yc0407206360 y Takata
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