Los bebés no aprenden a dormir
Uno de los temas más polémicos y que siguen trayendo divisiones de opiniones, con respecto a la crianza de los bebés, es el sueño. Desde que nuestro hijo sale al mundo, nuestro ritmo de vida da vuelco tan grande que a penas sabemos distinguir el día de la noche, ni siquiera cuando es el momento de dormir o de comer. Sus necesidades son prioritarias ante lo que el ritmo cotidiano nos manda y el orden calculado de nuestra vida se pone todo patas arriba.
Para intentar aliviar estos cambios, especialmente los del sueño, se han inventado mil fórmulas que, lejos de ser mágicas, parece que no son del todo convenientes para el crecimiento y desarrollo del bebé. Una de esas técnicas es la que nos propone el doctor Estivill de dejarle llorar en su cuarto hasta que aprenda a dormir por sí solo. Método que ha estado, siempre, envuelto en constantes polémicas y que ahora, según la doctora en biología, María Berrozpe, es totalmente inadecuado.
Según la propia opinión de la doctora, y tras realizar un informe titulado «Debate científico sobre la realidad del sueño infantil», los seres humanos no aprendemos a dormir, del mismo modo que no aprendemos a respirar. Se trata de un acto vital que forma parte de nuestra supervivencia y nuestro organismo aprende a la perfección desde el primer segundo de vida. Lo que sí aprendemos es a seguir ciertas normas sociales, culturales o familiares que nos condicionan el momento del sueño. Ponerse el pijama, meterse en la cuna, dormir por la noche, compartir la cama con los padres… son algunas de esas costumbres, con respecto al sueño, que aprendemos a lo largo de nuestro desarrollo.
Según la doctora, los niños van a ir aprendiendo y adaptándose a su propio ritmo según vayan creciendo. De esta forma se adecuarán al momento del sueño según las opciones que les ofrezcamos. No aquellos que comparten cama con los padres se vuelven dependientes, ya que a la edad de 4 o 5 años, seguramente, necesitarán y buscarán su independencia a la hora de dormir. Igualmente sucede con aquellos que quieren que su bebé duerma en una habitación separado de los padres, también es totalmente respetable y el niño, de forma natural irá aceptando su situación. Eso sí, cuando requiere sus cuidados, o entra en una fase de tener que superar algunos miedos, no está bien que se les deje llorar hasta que, por cansancio, acaben dormidos. Según los informes médicos con los que cuenta esta experta, los niños que sufren estos métodos tienen un nivel de estrés mucho mayor que aquellos que no lo padecen.
Vía | ABC
Foto | Fondos de bebés