Los bebés necesitan ser escuchados
Tenemos que escuchar a nuestros bebés y mantener con ellos diálogos en lugar de monólogos, si queremos ayudarles a desarrollar su lenguaje. Según publica la revista Pediatrics en la edición de julio, el efecto de una conversación bidireccional entre un adulto y un niño, es casi seis veces mayor que el efecto de una conversación unidireccional de un adulto.
Hablar a los niños les ayuda a mejorar el lenguaje, pero es más importante la interacción, porque lo que dice el niño es una parte importante de su desarrollo. Cuanto más hable el pequeño más refuerza su conocimiento.
Hace unos días hablabamos de que la televisión no es ni buena ni mala para los bebés, pero que disminuye las conversaciones de los padres con los hijos y eso sí repercute en el avance de su lenguaje. En un estudio en el que participaron 275 familias con niños entre 2 y 4 años, se comprobó que por término medio un niño escucha 13.000 palabras pronunciadas por los adultos de su entorno, y participa en unas 400 conversaciones diarias.
Cuanto más habla el niño e interactua con un adulto, más idea tienen los padres de como va progresando el bebé. Los padres, incluso de manera inconsciente, corrigen errores y ofrecen retroalimentación, adaptando el lenguaje a lo que el niño puede comprender. Al escucharles sabemos que es lo que más les cuesta comprender o expresar y podemos ayudarles mejor.
Según Maxine Orringer, patóloga del habla y del lenguaje del Hospital Infantil de Pittsburgh, «los padres pueden aumentar el vocabulario de un niño al hablarle de lo que hacen en ese momento, por ejemplo, ‘te estoy poniendo el pijama ahora mismo’. Dé a su hijo la oportunidad de hablar, mejor aún sin todas las demás interferencias del ambiente«, y añade, «si los padres pudieran sacar algo de tiempo para entablar una conversación con sus hijos, quizá a la hora del baño o de la cena, sería maravilloso».
Los expertos nos recuerdan que la conversación tiene que ser de dos vías y que aunque requiere más tiempo y esfuerzo, tenemos que dejar tiempo al niño para que entienda lo que queremos decirle y para que nos pueda explicar lo que quiere.
Vía | Medline Plus