Los bebés finlandeses y su caja de cartón
Mucho es lo que se está hablando estos días sobre la «mágica» caja de cartón de los bebés finlandeses. Como podría decir un refrán popular, pero en esta ocasión haciendo algunos cambios, estos recién nacidos vienen «con una caja debajo del brazo». Y lo que puede parecer un simple regalo de bienvenida de su gobierno, mirando más en el fondo, resulta ser un gesto mucho más importante.
La caja contiene ropa para el bebé y para todos los momentos del día: pijamas, bodys, ropa de paseo e, incluso, para ir a la nieve. También: mantas, colchas, toallas, calcetines, guantes, pañales de tela, cepillo, peine, tijeras, termómetro, esponja, libros, juguetes e, incluso, algodones de lactancia.
Fue en la década de los años 30 cuando, debido a los problemas económicos que estaba sufriendo el país, el gobierno decidió institucionalizar este regalo, eso sí, a cambio de que las mamás embarazadas acudieran a su centro de salud, a realizarse las debidas revisiones, antes de los cuatro meses. Esto ayudó a que se redujera, de forma importante, la mortalidad infantil y que todos los niños, fuera cual fuera su condición social, tuvieran sus primeras necesidades cubiertas. No en vano, en muchas casas humildes la caja, junto al colchón que se incluía, servía como cuna para los pequeños.
A lo largo de todos estos años se han ido incorporando algunas cosas y quitando otras, aunque básicamente es la misma desde sus inicios. Los únicos objetos que se han eliminado han sido los biberones, de este modo animan a la lactancia materna, y los pañales desechables, para ayudar al medio ambiente. De todos modos si hay mamás que rechazan la caja, se les obsequia con un dinero simbólico, unos 160 euros, cantidad muy inferior al valor de lo que contiene la caja.
Vía | BBC Mundo