Beber alcohol al principio del embarazo daña la placenta
Intentar convencernos a estas alturas de los problemas que acarrea la ingesta de alcohol durante el embarazo es ya una tarea especialmente repetitiva. Sobre todo porque la mujer que ha conseguido empezar a gestar un bebé en su vientre debe ser consciente de la necesidad de extremar sus cuidados, eliminando aquello que, no solo perjudica a su propia salud, si no afecta directamente, y con graves consecuencias, al bebé que se está desarrollando.
Pero los científicos siguen ahondando en su lucha por erradicar este mal hábito, especialmente en estos meses, encontrando nuevos motivos con los que disuadir a la futura mamá. En esta ocasión nos llega desde la Universidad de Manchester, en Estados Unidos, descubriendo que aquellas mujeres que tomaron alcohol al principio del embarazo presentaron un crecimiento deficiente en el desarrollo de la placenta, lo que les provocó distintos problemas en el crecimiento del bebé.
No podemos olvidar que la placenta es el habitáculo en el que nuestro bebé va creciendo a lo largo de los 9 meses, si este espacio, que debe ser totalmente puro y sano, se ve invadido por sustancias contaminantes o dañinas, el desarrollo del niño va a verse afectado. Es por ello que los científicos también encontraron que la bebida reducía la cantidad de taurina, un importante minoácido que aporta la madre a la placenta, y que es importantísimo para el desarrollo del cerebro y el cuerpo del bebé. Quizás por ello se encuentran tantos problemas físicos y mentales en los niños cuyas madres abusaron del alcohol en el embarazo.
Aunque los científicos explicaron que un nivel bajo de alcohol no afectó al desarrollo celular de la placenta, se consideran peligrosos cuando se trata de dos o más copas de una bebida alcohólica al día. Entre cuatro y seis copas ya es considerado un consumo alto.