Una bebé dirigiendo el coro de la iglesia
Cada día los bebés nos sorprenden más, tanto es así que uno se plantea si todos nacemos con las mismas oportunidades artísticas o sensoriales, o por el contrario algunos ya vienen al mundo con un potencial artístico que no deja lugar a ninguna duda. Además de los estímulos que pueda recibir de la familia o de la misma comunidad en la que vive, no podemos evitar pensar que quizás, del mismo modo que nuestro mapa genético alberga ciertas disposiciones ante las enfermedades, también puede suceder con estas habilidades.
Decir que la música aporta incontables beneficios en los bebés, incluso antes de su nacimiento, ya es uno de esos misterios que está mucho más que probados. Música curativa para el alma y el ánimo, que es capaz de abrir puertas en nuestra sensibilidad que apenas sabíamos ni siquiera que existían. Pero de ahí a convertirnos en auténticos eruditos existe un paso de gigante, aunque no lo parezca en esta niña.
Durante las últimas semanas, la pequeña Lara se ha convertido en una auténtica estrella de las redes sociales, especialmente porque resulta muy difícil encontrar a una bebé tan entregada y «experta» en sus dotes como directora de orquesta, algo que ha sorprendido a profesionales y profanos en la materia, y que nos ha dejado un cálido gusto a arte en plena naturaleza pura.
Lara es una niña que vive en Kirguistán, una república de Asia Central, y por lo que se ve acude con asiduidad a la iglesia Bautista de su ciudad. Su padre es componente del coro, así que la niña, imaginamos, comparte afición con su progenitor, a tenor de la pasión y habilidad que ofrece. No en vano, viéndola entregarse de este modo, sólo nos queda pensar que tiene ante sí todo un futuro plagado de éxitos musicales.