El bebé debe dormir boca arriba y jugar boca abajo
Los médicos nos insisten tanto sobre la importancia de que los bebés duerman boca arriba, para prevenir la muerte súbita del lactante, que muchos padres no se atreven a poner nunca boca abajo a sus hijos. Sin embargo cuando el niño está despierto, y siempre que esté vigilado, no solo no es peligroso, es lo recomendable. El bebé boca abajo desarrolla mejor su motricidad.
La postura permite que fortalezcan la musculatura, primero del cuello, ayudándoles a sujetarlo y después de brazos y piernas. Los niños que no están nunca boca abajo pueden tener un ligero retraso en la psicomotricidad y presentan con mucha frecuencia plagiocefalia postural y tortícolis. Ninguno de los tres trastornos reviste gravedad, pero es mejor evitarlos. Y sobre todo muy sencillo, solo hay que jugar con el bebé poniéndole boca abajo.
José Luis Pérez, profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ha realizado una investigación con 132 bebés. Observó las anamolías de las que se trataba a estos niños en la unidad de fisioterapia pediátrica del Hospital Materno Infantil de Canarias, retrasos motores leves, plagiocefalias posicionales y tortícolis. Comprobó una relación inversa entre la aparición de estos trastornos y el tiempo que los niños pasaban boca abajo.
Peréz afirma que, «Por tanto, nosotros defendemos que el bebé debe dormir boca arriba, pero cuando está despierto y vigilado, debe estar en otras posiciones y progresivamente boca abajo». Para que no quede ninguna duda, la postura para dormir debe ser siempre boca arriba, en un colchón firme, sin ropa de cama, sin protectores de cuna y en una habitación libre de humos. Pero mientras esté despierto hay que favorecer que el niño se tumbe sobre la tripita.
Vía | ABC
Foto | Flickr-JORGE RAVINES FOTOGRAFÃAS
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