Bautizar al bebé: La Concha de Bautismo
Según la tradición cristiana, el Bautismo surgió a raíz de que Jesús fue bautizado por Juan Bautista en el río Jordán, tras sumergirlo en sus aguas. A partir de ese momento, todos aquellos que se acogían a la fe cristiana, recibían este sacramento que los incluía dentro de su comunidad con pleno derecho.
Existen tres maneras de realizar el bautismo: por inmersión, aspersión o ablución. Precisamente éste último es el más utilizado en la Iglesia Católica, y que consiste en derramar agua por la cabeza del bautizado. Para ello, el sacerdote utiliza una concha, que se asemeja a una mano abierta, cuyo significado es la caridad cristiana. Esta concha, en muchos casos, es regalada por el padrino al bebé.
Pero esta concha también ha tenido otros significados en diferentes culturas. En el budismo chino, por ejemplo, la concha es símbolo de buena suerte y de prosperidad. Para los aztecas, el Dios de la Luna tenía como símbolo una concha, representando el nacimiento. Y si vamos al mundo del arte, el Nacimiento de Venus se produce desde una concha, por lo que existe una clara conexión entre el nacimiento en el mar, de la propia concha, y el agua que se utiliza para ese otro renacimiento en la fe.
Como ya hemos dicho, es tradición que el padrino de bautismo del bebé le regale una concha. Generalmente son bañadas en plata y pueden llevar algún grabado. Dibujos predeterminados como una cigüeña o un chupete, pero también la fecha del bautismo y el nombre del bebé.
Vía | Constance y Mireille
Foto | Sebastià Taltavull