Baby lag o el insomnio después del parto
No hace demasiado tiempo que nos enteramos que existe un trastorno en el sueño llamado Jet lag para aquellas personas que realizan un viaje largo en avión y cambian el horario de forma brusca. Esto les hace perder la estabilidad en su reloj interno que es el que marca el momento de descansar, consiguiendo que se arrastre un cansancio extremo que puede provocar consecuencias muy graves.
Y algo así les sucede a los padres recientes. Para equipararlo y compararlo con ese otro fenómeno, se le ha llamado Baby lag, y es la necesidad constante de atender al bebé, bien porque nos haya salido más pedigüeño o porque nuestra propia preocupación o inseguridad nos mantenga en vela para cubrirle todas sus necesidades, vigilando incluso no ocurra ninguna desgracia.
El Baby lag es más frecuente de lo que parece y lo notarás por un cansancio extremo, sensación de no poder tener los ojos abiertos y una extremada irritabilidad. Hace unos meses se ha realizado una encuesta entre padres recientes y los resultados han sido contundentes: más del 77 por ciento de las mujeres decían haber sufrido trastornos de sueño durante los primeros meses del nacimiento del bebé. El 44 por ciento durmió menos de la mitad de las 8 horas recomendadas y el 31 por ciento se despertaba entre 3 y 4 veces a lo largo de toda la noche.
Se llama insomnio o privación de sueño cuando una persona no duerme más de 6 horas y media por la noche y esto se va repitiendo a lo largo del tiempo en semanas consecutivas. Incluso para aquellos que se despiertan varias veces, raro es que puedan culminar el ciclo completo del sueño, por lo tanto el cuerpo no recarga energía de forma eficiente, sintiéndose mucho más cansados que antes de acostarse. Esto acaba por minar, tanto física como psicológicamente: reacción de forma más tardía, les falta concentración, incluso llega afectar a la memoria.
Vía | Consumer
Foto | Consejos mamá