La aventura de ir solito al baño (II)
Los escapes de pipí son muy normales al principio, por lo que debemos contemplarlo como algo normal. Nada de ponernos nerviosos ni enfadarnos. Simplemente, darle a entender que no pasa nada, que es normal, que lo único que tiene que hacer es ponerse una ropa limpia y esperar a hacerlo mejor la próxima vez. Tened por seguro que así sucederá.
Sin embargo, las noches debemos seguir controlándolas con los pañales. Hay niños que saben aguantar más y otros menos, por lo que aún por la noche deben seguir usándolo. No hay problema con eso. Él mismo será quien tome la iniciativa de ir al baño y dejar de ponérselo. Él nos indicará cuando hay que quitárselo.
Pero sobre todo, mucha paciencia. No debemos transmitir al niño sensación de nervios o presión, pues él lo notará. Todo con calma chicha y a su tiempo. El niño marca los pasos en ese sentido. Y no pasa nada por dar un pasito atrás si detectamos que algo no funciona como es debido. Sí el niño tarda más de lo normal en hacer sus necesidades en el baño, no ocurre nada por volver al pañal. Quizás nos hayamos adelantado a su momento. No pasa nada. Hay que seguir esperando.
Aunque para nosotros sea un paso más en su crecimiento, para el niño, el hecho de ir al baño es toda una aventura en un mundo nuevo para él .Una prueba de superación para demostrar que cada día se parece más a los mayores. Y por eso necesita nuestro ánimo y apoyo. Para saber que no está sólo en esa aventura.
Vía | ElConfidencial.com
Foto | sxc-johnkarun