Aumentar la seguridad en la cocina (y III)

Y seguimos dejando algún que otro consejo para evitar que nuestros niños encuentren los mil peligros que puede encerrar un lugar tan habitual y necesario en los hogares como la cocina. A poco que estemos un tanto atentos, seguro que conseguimos evitar accidentes innecesarios.

Hay que procurar que no estén cerca de la encimera y el horno, especialmente cuando están en funcionamiento. Aquí juega mucha importancia la educación, especialmente a enseñarles lo que es caliente y evitar que toquen la superficie con temperaturas elevadas. También existen protectores especiales para la encimera y los botones de encendido y así evitamos salpicaduras, al mismo tiempo que bloqueamos su manipulación.

Cuando estemos trabajando en la mesa o en la bancada de la cocina, es importante que no tengamos los objetos cortantes cerca de los bordes para evitar que, a una alzada de mano, consigan cogerlo. También debes mantener alejados los taburetes o sillas, así no se encaramarán a ellos intentando llegar al peligro. Y, muy importante, evita los manteles, es normal que si nuestro niño gatea y quiere ponerse de pie se agarre de él, con el consecuente peligro de echarse encima todo lo que tengamos sobre él. Si ya anda, tirar de él, será una forma de conseguir aquello a lo que no alcanza.

Sus cubiertos y enseres deben ser de plástico y nunca de cristal o loza, al menos hasta que sean más mayorcitos y consigamos que su manipulación no acarrea ningún peligro.

Y no olvidar que, aunque intentemos tener cuatro ojos, comprar todas las protecciones que nos ofrece el mercado y multiplicarnos por mil para evitar peligros, la mayoría de accidentes infantiles se producen por descuidos nuestros. Así que lo mejor es prevenir, antes que curar, e ir educando a los pequeños de los peligros que van surgiendo a lo largo de su aprendizaje.

Vía | Hogar Útil
Foto | Segurbaby

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