Aumenta el estrés infantil
El estrés infantil ha aumentado por la presión social para que nuestros hijos sean perfectos y siempre felices. Es la tesis que defiende el escritor y periodista canadiense Carl Honoré en su libro «Bajo Presión: Rescatar a nuestros hijos de una parternidad frenética», editado por RBA.
Según el autor, durante generaciones crecer fue una tarea fácil. Ir al cole, practicar algún deporte, tener alguna afición y sobre todo tiempo de juego. Explica que nuestro moderno enfoque de la infancia es un fracaso: cada vez hay más niños obesos, miopes y medicados.
La obsesión de los padres porque sus hijos sean los mejores en todo está provocando el efecto contrario. Niños dependientes, de unos padres que controlan todos los aspectos de su vida, deprimidos por no alcanzar las expectativas y sometidos a una presión que no les corresponde. Honoré dice que se está perdiendo la magia y la ilusión de ser niños y padres, y que hemos profesionalizado la paternidad.
En su libro propone ralentizar el ritmo, rebajar la tensión y la angustia, prescindir de la competitividad y dejar a los niños ser niños. Permitirles tener al menos una hora libre al día para jugar, leer o aburrirse. Todo ello contado desde un punto de vista personal, con anécdotas sobre padres obsesionados, informes científicos y entrevistas personales.
Se me ocurren unos cuantos padres del parque a los que regalarles un ejemplar. Se vende en librerías por 18 euros.
Vía | RBA