Un arnés para no perderlos

Un arnés para no perderlos

Escrito por: Sacra    6 junio 2009    2 minutos

Se acerca la época estival y, con ella, las vacaciones, los viajes o, simplemente, los paseos por la ciudad cuando más abarrotada está de gente. Los niños pequeños, en su incipiente curiosidad y sus deseos de descubrimiento sin límite, se lanzan a la aventura del primer impulso sin pensar en las graves consecuencias que este trae. Así es que, cuando recién empiezan a caminar, salir con ellos por la vía pública sin el protector y seguro cochecito, es toda una aventura más propia de Indiana Jones que de Mary Poppins.

A mí, sinceramente, no me acaban de convencer estos arneses que más los convierten en dóciles mascotas que en seres humanos con libertad de movimiento. Pero no por ello dejo de encontrarle sus múltiples ventajas, sobre todo cuando te has tenido que enfrentar a alguna que otra criatura de esas que tienen una capacidad innata y misteriosa de teletransportarse y perderse en cualquier espacio con más o menos tumulto.

Por suerte, los diseñadores de objetos de puericultura ya han ido encontrando diseños atractivos y divertidos para los peques. Este, por ejemplo, más parece una mochila donde el niño pueda llevar sus cosas que esas frías correas que sí resultaban un tanto chocantes. De hecho yo tengo una amiga que, después de usarlo un par de veces en momentos puntuales, ahora ha acabado siendo un peluche de juguete para el niño.

En Estados Unidos son muy habituales, allí se les llama ‘child leash’ aunque aquí son conocidos, sobre todo, por el nombre de ‘tutores’, mucho mejor que ir a la tienda y decir: «¿me da usted una correa para atar a mi niño?»…

Yo quiero pensar que cada objeto que se inventa, sobre todo en torno de la infancia, viene a facilitarnos la tarea como padres. ¿Os imagináis lo angustioso que debe ser, tanto para él como para nosotros, que, en una décima de segundo, nuestro pequeño desaparezca en el aeropuerto, en el mercado o en plena fiesta del pueblo?… Somos nosotros los que, en este caso, nos toca valorar si este complemento nos pude resultar útil y eso sólo puede ir en función de si nuestro pequeño es de los que no se separan de nuestro lado o, por el contrario, es de esos otros que le gusta experimentar más allá de nuestra protección.

Vía | Bebés y Más

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