Aprender a vivir con dermatitis
Cuando un niño tiene una enfermedad crónica, lo mejor es informarle sobre ella. Tiene que entender lo que le ocurre, para normalizar la situación, evitar que se cree ideas erróneas y para que sepa gestionarla él mismo. Cuando sea posible también puede colaborar e incluso responsabilizarse del tratamiento. Entre estas enfermedades, una poco grave pero muy complicada para los niños es la dermatitis atópica.
Les provoca comezón, escozor y unos picores irresistibles que sin embargo no pueden rascar. Si el niño comprende porqué no puede hacerlo y algún truco para aliviar el picor, su calidad de vida mejorará considerablemente. Raúl de Lucas, dermatólogo del Hospital La Paz de Madrid explica que los niños «deben conocer la enfermedad, comprender lo que les pasa, entender que no hay cura definitiva, que en el mejor de los casos van a tener que convivir con los brotes (caracterizados por mucho picor y lesiones cutáneas en las flexuras, cara y cuello) hasta la pubertad (en el 80 por ciento) y, en el peor de los casos, toda la vida (20 por ciento). Es importante que ellos mismos aprendan a manejar esta afección».
Algunos hospitales, como el Ramón y Cajal de Madrid, están desarrollando talleres para explicar todo esto a los niños y orientar también a los padres. De Lucas explica que para los papás tampoco es sencillo, al principio «están muy agobiados con la enfermedad de sus hijos. Piensan que tiene que ver con la alergia de alimentos, tienen mucho miedo a los fármacos, los corticoides, hacen menos tratamiento del recomendado…«.
En este hospital el mago Derma y la bruja Titis les explican a los niños todo sobre su enfermedad. Lo primero, que no es contagiosa. Pero también que pueden ducharse, «El baño debe ser cortito, el agua debe estar tibia y, para secarnos, no debemos frotar la toalla contra el cuerpo, sino que tenemos que usarla a golpecitos suaves»; que las cosas frías alivian el picor de la piel; que pueden contar y concentrarse en «expulsar» el picor; que dormir con guantes ayuda o que hay que tener la piel siempre muy hidratada.
No hay que quitar importancia a la dermatitis, ya que a muchos pequeños les causa frustración y baja autoestima. Raúl de Lucas lo explica, «Sufren picor, malestar, problemas de sueño, pérdida de horas lectivas (hasta cinco días de clase al año), se concentran mal… Las formas severas son casi incompatibles con llevar una vida normal. Es importante que reciban un tratamiento correcto y que controlen bien el picor».
Esperemos que estos programas lleguen al mayor número de niños posible con esta enfermedad.
Vía | El Mundo
Foto | Flickr-Care_SMC
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