Aprender a tocar la guitarra: 6 dificultades que los niños afrontan
Aprender a tocar un instrumento musical en la infancia es una formación habitual fuera del horario escolar. Y la guitarra es uno de los instrumentos de cuerda que, como cualquier otra propuesta, plantea sus propios retos a los alumnos que acuden a clases impartidas por un músico especializado.
1. Mantener la postura correcta
Cuando la formación se prolonga durante varios cursos, el alumno puede observar su evolución más allá de la destreza con la que interpreta partituras que tienen un mayor nivel de dificultad. También toma conciencia de sí mismo y de su postura corporal. Son muchas las partes del cuerpo que están implicadas en este contexto.
2. Coordinar el movimiento de las dos manos de forma complementaria
Este suele ser uno de los aprendizajes más complejos para quien aprende a tocar la guitarra. Sin embargo, el propio método educativo facilita y simplifica el proceso a través de ejercicios, dinámicas y acordes que se adaptan al nivel de iniciación.
3. Constancia en los ensayos
Cuando el alumno aprende a tocar la guitarra, además del periodo de clases, también ensaya y repasa distintos ejercicios o composiciones en casa. Pues bien, el mantenimiento de la constancia diaria es una de las principales dificultades para el estudiante que concilia esta responsabilidad con otras tareas y horarios exigentes. Por ello, aunque los ensayos sean breves en la etapa inicial, es importante mantenerlos porque son claves para potenciar la evolución personal.
4. Errores que se repiten
El nivel de dificultad no es uniforme en una composición musical. Siempre hay partes concretas que suponen un reto mayor para quien interpreta la melodía. Por ello, es habitual que el alumno caiga en errores que se repiten. De este modo, a veces surge una anticipación negativa en la forma de afrontar una tarea. Así sucede cuando no disfruta verdaderamente del proceso de tocar cada nota porque su atención se dirige a ese punto que, en ocasiones, puede llegar a vivirse como un bloqueo.
5. Falta de ritmo
Aprender a tocar la guitarra aporta una formación integral desde el punto de vista musical. Es decir, hay varios factores que se complementan durante el proceso. Más allá de la armonía de las notas, el ritmo y el compás marcan la diferencia en la interpretación de una composición que se alinea completamente con la información que se puede leer en la partitura. Sin embargo, durante el proceso de aprendizaje, también es habitual tener dificultades en este punto.
6. Tocar la guitarra en dúo o en grupo
Al igual que los colegios programan diferentes eventos a lo largo del curso, las escuelas de música también planifican espectáculos que dan voz a la participación de los alumnos. En este contexto, es habitual que alumnos que tienen un nivel similar interpreten a dúo o en grupo una composición. En este caso, el proceso se lleva a cabo en perfecta coordinación con el otro.
Es decir, la interpretación propia influye en el compañero. Pues bien, a veces surgen dificultades para unificar objetivos o, incluso, para entender que el resultado final depende del valor del equipo (más allá del deseo de brillar a nivel individual).
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