Aprender a hacer la cama: clave para crear un buen hábito

Aprender a hacer la cama: clave para crear un buen hábito

Escrito por: Maite Nicuesa    31 marzo 2025    2 minutos

Aprender a hacer la cama es un aprendizaje importante porque esta rutina puede convertirse en hábito

Existen diferentes hábitos y rutinas relacionadas con el orden que favorecen la armonía en el espacio, el cuidado del hogar y la belleza visual. Las tareas de la casa proporcionan un excelente aprendizaje puesto que son esenciales para que los hijos empiecen a familiarizarse con este tipo de responsabilidades. Entre los diferentes tipos de tareas que pueden convertirse en un hábito, ponemos el foco en una de ellas: hacer la cama. ¿Qué implica esta rutina en la vida de niños y adolescentes?

1. Cuidado del espacio propio: el dormitorio es un refugio de bienestar

En el hogar existen zonas comunes que propician el encuentro en la convivencia. A su vez, cada miembro de la familia también puede tener su propio espacio. Y el dormitorio representa este espacio propio para niños y adolescentes. Por ello, hacerse la cama es un aprendizaje que puede convertirse en un hábito que incide en este cuidado del entorno.

2. Aprender a delegar: clave para padres que no sobreprotegen a sus hijos

Las tareas de la casa pueden convertirse en una carga añadida para los padres que suman un peso extra a esa posible carga mental que tiene un impacto a nivel emocional. Aprender a delegar en los hijos es un acto que repercute positivamente en estos. Y es que, más allá de la comodidad que proporciona la protección, las experiencias que favorecen la autonomía y el aprendizaje invitan al desarrollo de nuevas habilidades.

3. Lo importante no es el resultado, sino la intención

Aprender a hacerse la cama es un aprendizaje más. En consecuencia, la práctica es clave. El nivel de atención al detalle se nutre con la experiencia, la constancia, el ensayo y el error. Aprender a hacerse la cama es un aprendizaje valioso en relación con la comodidad, el bienestar y el orden.

Aprender A Hacer La Cama Es Importante

4. Confianza

Hacerse la cama es un aprendizaje que repercute positivamente en la confianza del hijo. Por una parte, es una ocupación que le permite asumir una responsabilidad concreta pero importante. Por otra parte, la confianza también se nutre con la importancia de la colaboración y el trabajo en equipo (un principio que también se aplica al ámbito familiar).

5. Base para crear un hábito a largo plazo

Todo hábito comienza a construirse a partir de una base previa. Por ello, aprender a hacerse la cama es ese primer paso que facilita la integración de una rutina que forma en valores tan esenciales como el compromiso, la autonomía o el cuidado del hogar.

Aprender a hacerse la cama es importante. Pero este tema tampoco debería convertirse en un foco de discusiones constantes en las familias. Esas discusiones suelen producirse, en ocasiones, cuando los adolescentes no asumen este compromiso diario. Pues bien, este aprendizaje también implica una responsabilidad y unas consecuencias.

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