Aprender a clasificar objetos: 5 beneficios para los niños
Existen muchos juegos y actividades que tienen una finalidad educativa. Las dinámicas que ponen el acento en la clasificación de distintos objetos son un buen ejemplo de ello. En ese caso, el criterio elegido para la organización de distintos elementos es una característica observable como, por ejemplo, el color, la forma o el tipo de producto. ¿Qué ventajas aportan aquellas propuestas que se centran en este objetivo educativo? En El Blog Infantil lo comentamos.
1. Observación de conexiones entre distintos elementos
Cada ingrediente tiene entidad por sí mismo. Sin embargo, se descubre desde un enfoque más amplio cuando se integra en un sistema. Las actividades que se centran en la clasificación de elementos muestran la conexión entre el todo y las partes.
2. Reconocimiento de las semejanzas y las diferencias
En un proceso de clasificación se concreta un hilo conductor, por ejemplo, el color. El niño identifica qué une a dos elementos diferentes y, por otra parte, desarrolla las habilidades necesarias para distinguir otras diferencias.
3. Comprensión del mundo
Los juegos que giran alrededor de la clasificación de objetos aportan una información clave por medio de la observación y la experimentación. El aprendizaje adquirido tiene un sentido valioso más allá del contexto lúdico, se aplica directamente en el encuentro con la realidad. El ser humano aprende a reconocer esquemas y variables que se repiten en la interacción con el mundo.
4. Sentido del orden
Clasificar, como hemos comentado, es una acción práctica que puede utilizarse en diferentes tareas de la vida cotidiana. Por ejemplo, al recoger varios juguetes en el cuarto de juegos. Cuando no existe un hilo conductor en la disposición de cada elemento, parece que cada objeto se encuentra en un lugar de forma casual. Por el contrario, la clasificación aporta una lógica a los motivos que dan forma a la disposición del espacio.
5. Aprendizaje de conceptos matemáticos
Este tipo de actividad también está directamente relacionada con el desarrollo del pensamiento lógico. Por ello, crea una base de conocimiento para profundizar en una disciplina que, en ocasiones, plantea diferentes niveles de dificultad para algunos niños: matemáticas. Este tipo de dinámica se centra principalmente en la creación de grupos de elementos que tienen algún aspecto en común.
Por tanto, las actividades que ayudan a los niños a aprender a clasificar objetos en función del color, la forma, la estructura o el tamaño potencian la autonomía infantil. Es una fórmula que refuerza el aprendizaje por medio de la experiencia, la observación y la atención (así como el ensayo y el error). Es un juego que no solo pone el foco en el objeto, sino también en la perspectiva desde la que se analiza el artículo. Dicha perspectiva queda integrada en el criterio utilizado para establecer la asociación de conceptos y la identificación de las diferencias.
Finalmente, a través de tu acompañamiento, guías y motivas al niño durante un proceso que es paulatino y gradual. Y los objetos seleccionados para el desarrollo de las actividades deben adaptarse a la edad del menor.
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