Antecedentes y características del TDA
está reconocido por la Organización Mundial de la Salud y su investigación se remonta a principios del siglo XX.
Diferentes denominaciones se han dado a este tipo de trastorno. Daño cerebral mínimo, disfunción cerebral mínima o síndrome hiperkinético son algunas de los nombres que se le pueden aplicar. Veamos de que se trata.
El TDA es un trastorno que se presenta en los primeros años de vida de los niños, pudiendo ser trasladado a la edad adulta con el paso de los años. Entre un 3 y un 5 por ciento de la población lo sufre, siendo 3 varones por cada una mujer, siendo más frecuente en los niños con dificultades de aprendizaje o problemas de desarrollo, tales como el autismo.
Mantener la atención de manera voluntaria ante actividades de cualquier ámbito es la base de este trastorno, afectando esto a las relaciones sociales del niño, debido a que no es capaz de seguir unas normas o reglas establecidas.
Tres factores caracterizan al Trastorno de Déficit de Atención: Hiperactividad (excesiva actividad motora), falta de atención e impulsividad (actuar antes de pensar). Lo que sucede a veces en niños normales, es más frecuente en niños con este problema, de ahí la posibilidad de detectarlo.
Es un tipo de disfunción (como otras muchas) que, al detectarse, se le puede poner remedio. La percepción de los padres ante el problema, debe ser seguida con atención de profesionales en ese sentido para poder acatar el problema y no prolongarlo en el tiempo. Como vemos, es solucionable. Sólo hace falta que le demos esa solución.
Vía | peques.com
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