Ansiedad postparto: definición, síntomas y consejos para cuidarte

Ansiedad postparto: definición, síntomas y consejos para cuidarte

Escrito por: Maite Nicuesa    24 junio 2020    2 minutos

La ansiedad después del parto tiene una función adaptativa, ya que son muchos los cambios que experimenta la protagonista en su nueva etapa de la vida

Uno de los cambios más significativos de la vida, incluso cuando este momento ha sido tan deseado, llega con la maternidad. Durante los meses previos, la persona ha estado inmersa en la expectativa de ese momento. Durante el embarazo también pueden darse factores que afecten al bienestar emocional de la protagonista, por ejemplo, el miedo al parto. Pero, una vez que ese momento ya ha quedado atrás, la ansiedad también puede manifestarse.

Síntomas de la ansiedad postparto

La ansiedad postparto, a pesar de no ser agradable, puede formar parte del proceso de adaptación a un cambio de rutina, prioridades y responsabilidades. La ansiedad postparto produce un diálogo interior que puede estar condicionado por el efecto de la culpabilidad que etiqueta de forma negativa un sentimiento.


Por ejemplo, la madre no comprende por qué no está disfrutando verdaderamente de la maternidad. Siente un estado de alerta recurrente ante preocupaciones relacionadas con hechos que tal vez nunca se den en la realidad, sin embargo, la protagonista sufre por esta anticipación.

En muchos casos, este tipo de malestar desaparece después de unos días, es decir, este tipo de ansiedad no conduce a modo de causa y efecto al diagnóstico de una depresión postparto. Este tipo de ansiedad tiene una función adaptativa.

Este tipo de ansiedad no solo produce esta inquietud a nivel emocional sino que también puede producir otros síntomas corporales como cansancio. La ansiedad aporta un cansancio añadido como consecuencia del sobreesfuerzo que la persona tiene que hacer en su día a día para llegar a todo.

Aliviar Ansiedad Postparto

Cómo aliviar la ansiedad posparto

¿Cómo aliviar este tipo de malestar? En primer lugar, es importante que intentes contextualizar el momento que atraviesas. Ten paciencia para adaptarte a los cambios sin exigirte una perfección imposible. Contextualiza la situación atendiendo no solo al momento en sí mismo, sino también, a las circunstancias personales. Incrementa la comprensión en torno a tu situación, pero no normalices la ansiedad si pasan los días y la preocupación recurrente limita de forma significativa tu bienestar.

¿Por qué es importante no normalizar la ansiedad? Porque cuando una persona pide ayuda en la fase inicial de los síntomas, reduce el riesgo de que la situación se agrave. Y esto es algo que puede suceder en un momento como la maternidad, en el que la persona está tan centrada en el cuidado del bebé, que siente que no tiene tiempo para ocuparse de sí misma.

Existen distintos recursos de ayuda que propician la conexión con el presente, por ejemplo, la meditación. Esta presencia consciente alivia la ansiedad porque la visión de los problemas cambia cuando realmente abrazas el instante. Por ello, distraerte con algún entretenimiento que te interese también puede ayudarte a concentrarte en otras cuestiones.

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