Un año más demasiados menores ahogados
Hay accidentes inevitables y malformaciones en el cuerpo del niño que no han sido descubiertas a tiempo y niños que se ahogan por esos motivos. Pero, la mayoría de los casos de ahogamiento en agua de menores son por imprudencia, propia quizá pero siempre de sus cuidadores. Hoy recoge el diario El Mundo que en tan solo 24 horas se han ahogado tres niños. El más pequeñito cayó a su propia piscina y murió. Solo tenía dos años y algo no estaba en condiciones, no había seguridad o se había descuidado, de lo contrario no habría llegado al agua.
También ayer, en un polideportivo municipal se ahogó un niño de solo 8 añitos. Aquí si había socorristas, pero tuvieron que ser advertidos por otros bañistas de que el pequeño estaba inmóvil boca abajo. El tercer niño muerto en el agua ayer, se ahogó en un río que llega a tener 4 metros de profundidad. En todos los casos la causa está por investigar, por lo que no está descartada ninguna de las posibilidades inevitables, aunque parece lo contrario.
Lo peor, además de la pérdida absurda de tres vidas tan jóvenes, es que en la mayoría de los casos se puede evitar. Las piscinas privadas por pequeñas que sean deben estar vigiladas o protegidas para que los niños no puedan entrar sin supervisión. Los ríos, los lagos, la playa…son peligrosos por definición. Son impredecibles y cambiantes y en ellos se ahogan no solo niños sino muchos adultos todos lo años. Toda precaución es poca.
Hace unos días nos daba Leticia unas pautas para que los niños estén más seguros en zonas de agua. Las repetimos cada verano porque quizá alguno de los que pensamos que eso no nos va a pasar, al leerlo podemos reaccionar y tomar alguna precaución adicional. Seguro que esos padres se desvivían por sus hijos, no pensemos que eran unos pasotas, solo un despiste y tu hijo ya no está. Deberíamos ser más conscientes.
Foto | Flickr-Dereck K. Miller
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