Animales y bebés pueden ser buenos amigos
Una mascota puede ser un gran compañero de juegos para nuestro bebé. Los que saben recomiendan vigilar la relación en los primeros momentos porque el perro o el gato puede encelarse como cualquier hermano mayor con la llegada de un bebé. Aunque hay algún caso de bebés que han tenido problemas con su mascota, lo habitual es que lo reconozcan como un cachorro y toleren bien su presencia.
Todos hemos visto alguna vez a un gato o un perro soportando estoicamente los juegos de los niños de la casa que, les llegan a meter la mano en la boca o los ojos sin que el animal se inmute. Protegerlos es también una de las tareas que mejor hacen y hay veces que no se puede ni regañar al niño porque la mascota de casa se enfada contigo.
Pero, lo del vídeo que mostramos al principio es algo menos habitual. El gatito tranquiliza al bebé, acariciándolo hasta que no solo se tranquiliza sino que se queda dormido. Parece que supiera exactamente lo que hay que hacer. Incluso mira a quien está al otro lado de la cámara, no se si buscando aprobación o preguntando si ya es suficiente.
Cuando vemos estas escenas es normal que nos entren ganas de facilitar la convivencia con un animal a nuestros hijos. Pero es una decisión que hay que tomar con calma, analizando los pros y los contras y pensando no solo en la familia sino también en el propio animal. Quizá nuestra casa no es la más apropiada para tener un perro, o siendo realistas no tengamos tiempo para ocuparnos de él como merece.
Foto | Flickr-Freebird71