Andadores: ¿debemos usarlos?

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    14 marzo 2017     3 minutos

Es fundamental que sepas los aspectos negativos de los andadores o tacatá para nuestros pequeños. En términos generales podemos decirte dos razones más que importantes para que evites tenerlos: para evitar accidentes y para no generar alteraciones en el correcto desarrollo del bebé.

Frecuentemente los médicos pediatras atienden casos de pequeños que han sufrido lesiones por la caída de los andadores, más un si habitan en viviendas con escaleras o escalones. A pesar de lucir muy seguros pueden ser realmente peligrosos para nuestros pequeños.

En otras oportunidades podemos ver el andador se ha dado vuelta dejando al niño atrapado debajo de su estructura. Cuando son más grandes se entusiasman en su uso tomando impulso y frenando contra las paredes (golpeando las manos y brazos) o provocando que se lastimen la cabeza en el borde de la mesa (ya que suelen quedar justo a esa altura). Si no se llegan a golpear con la mesa se podrán ver tentados en tirar del mantel, del camino de mesa provocando que todo caiga encima suyo.

A pesar de lucir muy seguros pueden ser realmente peligrosos para nuestros pequeños.

Este tipo de complemento le brindará al bebé la capacidad de moverse sin ningún control provocando que sufra de algún accidente.

Alteraciones en el desarrollo como consecuencia de los andadores

Los andadores colocan a los pequeños en una postura determinada y provocan que se mantengan en ella el tiempo que los adultos consideren necesario, evidentemente es usado por los niños que aún no tienen la capacidad de andar ya que al aprender a caminar por sí solos no lo necesitarán.

Esta postura artificial podrá generar problemas en sus pies, pensemos que cuando los pequeños comienzan a ponerse de pie lo harán de manera progresiva y solo podrán aguantar esa nueva postura unos pocos segundos, a medida van fortaleciendo los músculos el tiempo se irá prolongando, dejarlos mucho tiempo en esta postura puede forzar el desarrollo.

Además, podrán dañar la espalda, ya que si se mantiene erguido termina teniendo una postura que no es la ideal.

Cuando se sientan las piernitas le quedarán colgando, una postura que termina generando una inmadurez en sus caderas, el propio peso del pequeño provoca que las piernas terminen separadas de la articulación favoreciendo a una luxación.

Los andadores pueden generar que cuando el bebé tenga ganas de desplazarse lo haga usando ambas piernas a la vez sin usar su equilibrio, lo que terminara generando que su esquema mental para aprender a andar sea el incorrecto.

Por todas las razones que te hemos expuesto antes consideramos que los andadores no son adecuados para los niños, al no tenerlos estarás ayudando a que tu hijo tenga un correcto desarrollo y que se eviten accidentes caseros en donde se comprometerá su seguridad y salud.

Vía | Mi pediatraonline
Foto | Pixabay – Joergelman


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