Alimentos imprescindibles para los niños en invierno
Ofrecer a nuestros niños una buena alimentación es fundamental para su desarrollo durante todas las etapas de su vida. Es necesario que sigamos los consejos del pediatra y las pautas que nos vaya marcando con el fin de ir introduciendo los nuevos alimentos, pero ¿sabes cuáles son los más indicados para cada estación?
Está claro que nuestro no quemamos las mismas calorías en invierno que en verano, por ejemplo, o que los productos de temporada varían de una época a otra. Por eso es importante que sepamos sacar el mejor partido a esos nutrientes que la naturaleza nos ofrece en cada momento, además de reforzar con otros, que podemos obtener durante todo el año y que en invierno son más importantes que en otra estación. Pero ¿sabes cuáles son los mejores para nuestros niños?
Los mejores alimentos para nuestros niños en invierno
Con la llegada del invierno aparecen molestias y alguna que otra complicación de salud que no es habitual durante las épocas más calurosas. Por eso su alimentación, que suele ser la base de toda buena salud, ha de estar reforzada con aquellos alimentos que ayuden a prevenir y proteger. Básicamente los vamos a englobar en cinco grupos.
- VITAMINA C. La fruta es fundamental durante cualquier época del año y de nuestra vida. Además de estar riquísima, también es uno de los alimentos que antes se introduce en la dieta de nuestro bebé. En verano buscamos aquellas que sean ricas en agua como la sandía o el melón, pero en invierno vamos a procurar seleccionar aquellas que, además de darla la temporada, también son ricas en vitamina C como son las naranjas, mandarinas, pomelos o kiwis. La vitamina C es un gran preventivo para los catarros.
- ZINC. El zinc resulta un mineral estupendo para proteger y fortalecer nuestro sistema inmunológico y, así, estar más fuerte frente a los problemas que vengan con el invierno. Los alimentos que llevan mayor cantidad de zinc son el pescado y la carne, pero también las legumbres o los frutos secos como las nueces. Con respecto a los frutos secos, llevar cuidado cuando nuestro bebé es todavía muy pequeño, puede existir riesgo de atragantamiento.
- PESCADO AZUL. Este tipo de pescado resulta ser un arma eficaz frente a las infecciones y los virus, además tiene propiedades antiinflamatorias y aumenta el número de leucocitos en sangre. Así que las sardinas, el atún o el salmón no deben faltar en la dieta de tu bebé.
- VERDURAS. De sobra basta decir que las verduras son insustituibles en cualquier dieta alimenticia, tengamos la edad que tengamos, y mucho más en la edad más temprana. Es uno de los alimentos que primero prueban nuestros niños y, así, le deben acompañar el resto de su vida. Pero en la época invernal las verduras, además, nos ayudarán a controlar los mocos y prevenir resfriados. Entre las mejores encontramos la calabaza, las acelgas y las espinacas. Cuando ya nos hemos resfriado el puerro, el ajo y la cebolla nos ayudarán a expulsar las mucosidades y calmar la tos.
- AGUA. El líquido elemento perfecto y fundamental para nuestra supervivencia. Si en verano nos ayuda a hidratarnos y estar fresquitos, en verano será un aliado para defendernos frente a la sequedad que producen las calefacciones, así las vías respiratorias estarán perfectas y la expulsión de los mocos será mucho más sencillo.
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