Alimentos astringentes o laxantes para nuestro bebé

Es a partir de los cuatro meses cuando nuestro bebé empieza a experimentar una nueva aventura para su paladar. Poco a poco se van introduciendo los alimentos sólidos y, aunque continúa con su alimentación láctea, su dieta se va ampliando a fin de ir creciendo, además de físicamente, en el conocimiento y disfrute de los alimentos. Es por esto que se trata de una época especialmente delicada ya que la regularidad de su intestino se altera pudiendo ocurrir que tenga dificultades para hacer caca o que sus deposiciones sean demasiado ligeras.

Lo importante es ofrecerle una alimentación variada, rica en verduras y frutas y suficiente líquido para que su aparato digestivo funcione a la perfección. Por eso no está de más conocer qué tipos de alimentos nos pueden ayudar en el caso de que nuestro bebé presentara alguna de estas molestias.

Alimentos astringentes. Son aquellos que pueden provocar estreñimiento y que nos van a ayudar en el caso de que nuestro niño presente unas deposiciones excesivamente líquidas.

• Plátano. Se digieren bien y contienen gran cantidad de potasio, muy necesaria para cuando el bebé tiene diarrea.
• Manzana sin piel. Regula el intestino y es estupenda para la acidez estomacal.
• Pera. Tiene propiedades astringentes que ayuda a aliviar la diarrea.
• Zanahoria. Regula el intestino y es uno de los alimentos más recomendados para cortar la diarrea de los bebés.
• Arroz. Su alto contenido en almidón hace que frene la labor del intestino llegando a estreñir.

Alimentos laxantes. Son los que le vamos a ofrecer si nuestro niño padece estreñimiento y que, por lo tanto, no son recomendables si presenta algún síntoma de diarrea.

• Lechuga. Por su alto contenido en fibra, es ideal para combatir el estreñimiento.
• Espinacas. Según estudios nutricionales, este vegetal es el más adecuado para limpiar, reconstruir y regenerar la zona intestinal.
• Naranja. Favorece los movimientos intestinales para la expulsión de las heces.
• Avena y cereales con fibra. La fibra insoluble de estos alimentos ayuda, con gran éxito, a la defecación.

De todos modos, como siempre decimos, si tu bebé presenta alguno de estos síntomas lo mejor es que acudas al pediatra para exponerle tu caso. Él va a ser el que mejor te aconseje sobre las necesidades de tu niño.

Vía | PequeRecetas
Foto | Dietas y vida sana

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