La alimentación de los niños para el verano

¿A quién le apetece un plato de sopa caliente en verano o colarse entre pecho y espalda una jugosa fabada?…Si bien las necesidades alimentarias no cambian en esta época del año, si debemos tener en cuenta que los gustos varían y, del mismo modo que nosotros buscamos de otros alimentos más refrescantes y ligeros, nuestros niños también los necesitan y les apetecen mucho más.

Es normal que muchos pequeños, al llegar esta época de intenso calor, sufran de inapetencia. En la mayoría de los casos la culpa es nuestra, porque nos empeñamos en que sigan comiendo de igual modo que el resto del año: sus purés bien calientes, las sopas humeantes, las verduras recién sacadas del horno… ¿Qué os parece si cambiamos, un poco, la rutina alimentaria?… aquí os dejamos algunos consejos fáciles y efectivos para que los peques de la casa siguen alimentándose en condiciones.

• Haz más comidas pero más ligeras. Comer cinco o seis veces al día, no demasiado abundante, estaría bien.
• Los primeros platos siempre refrescantes: alguna sopa fría como el gazpacho o ensalada.
• En la ensalada incluir vegetales crudos: judías verdes, guisantes, repollo, etcétera. Así, además, conservamos todas las vitaminas.
• También podemos incluir en la ensalada otros alimentos más complejos: legumbres, patatas, arroz…
• Las carnes, el pescado y los huevos, mejor si los hacemos a la plancha o a la brasa que empanados o fritos.
• Aliñar siempre con aceite de oliva, tanto las ensaladas como si lo utilizamos en el gazpacho u otro plato.
• Intentar evitar los alimentos muy grasos: fritos, frutos secos, embutidos, mantequilla, etcétera.
• Se debe tomar más agua ya que va a perder mucha con la sudoración. Los zumos, las horchatas o los batidos fresquitos, los podemos incluir en el desayuno o la merienda.

Vía | Ser Padres

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