La afición por la Fórmula 1, misión de los padres

La afición por la Fórmula 1, misión de los padres

Escrito por: Jaime Gomez    10 julio 2012    2 minutos

Parece que estuviera en los genes.

Lewis asistía, por primera vez, a un gran premio de automovilismo con la corta edad de 2 años. Su madre, Esther, no quería dejar pasar la oportunidad de que su hijo presenciara un deporte que a ella le apasiona. Tal y como su padre le había transmitido cuando ella era pequeña. Así es que había que estar allí.

Acompañada por una amiga suya, Esther y su hijo se plantaron en las cercanías del circuito de Silverstone, después de siete horas al volante. Al llegar al camping que rodea el circuito, se instalaron con esmero y cuidado de que Lewis no sufriera el más mínimo percance ni se desvelara en ningún momento.

Es curioso que el nombre de Lewis sea el mismo que el del piloto de McLaren Mercedes y una vez campeón del mundo de fórmula 1, Lewis Hamilton. Desde luego, el querer inculcarle a su hijo esta pasión llega a límites insospechados.

A pesar de las inclemencias meteorológicas, Esther plantó su tienda en el camping, situado a unos dos kilómetros y medio del lugar donde quería disfrutar de la carrera. A todo esto, el pequeño Lewis, dormido o no, se impregnaba del aroma de la Fórmula 1 para ir cogiendo afición de cara al futuro.

Totalmente equipada para que su hijo no padeciera el mal tiempo que había en el circuito el pasado domingo, disfrutaron de la carrera y el pequeño Lewis pudo asistir a su primer gran premio de fórmula 1 en el que, por desgracia para él y su madre, no pudieron ver a Lewis Hamilton levantar el trofeo de ganador.

Después de todo, parece que hay más de lo que nosotros pensamos en los genes que se transmiten de padres a hijos. Hasta el ruido de los motores y el olor del asfalto se lleva en la sangre. Curiosas aficiones que se trasladan de padres a hijos.

Vía | asblog

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