El afecto que mostramos a nuestro bebé afectará a su salud mental adulta

Que se responsabilice a la madre de la salud mental adulta de sus hijos es un clásico de la psicología, por lo que no es sorprendente que el estudio que hoy contamos lleve al mismo resultado. El equipo de Joanna Maselko de la Universidad de Duke ha publicado un estudio observacional en la Journal of Epidemiology and Community Health tras una investigación realizada durante más de 30 años.

Los datos salieron del seguimiento de 482 niños desde que tenían 8 meses hasta los 34 años de media. En el primer momento se les realizó a los pequeños una evaluación sobre su desarrollo y a las madres su reacción frente a los resultados obtenidos por sus hijos. Además se calificó de negativo a extravagante el grado de afecto y la atención mostrada por las madres hacia los pequeños. El 10 por ciento de las madres calificó con niveles de afecto muy bajos, el 85 por ciento con niveles normales y el 6 por ciento con una cantidad muy alta, según los investigadores.

De adultos se volvió a examinar a los niños, y se evaluó sus sentimientos de ansiedad, hostilidad y los niveles de angustia emocional o distrés. Se comprobó que los valores más bajos en estos sentimientos negativos, los tenían los adultos que de niños tuvieron madres que les brindaron mayor grado de afecto. En el extremo opuesto, a menor afecto en la infancia por parte de sus madres, mayor presencia de inestabilidad emocional e inseguridad.

Los investigadores concluyen, por tanto, que «Estos hallazgos sugieren que el afecto y el cariño tempranos tienen efectos positivos duraderos sobre la salud mental hasta bien avanzada la edad adulta«.

Estaría bien ver los resultados del estudio pero valorando a los papás, quienes supongo que también influyen.

Vía | Medline Plus
Foto | Flickr-The Cleopatra

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