Adultos vacunados contra la gripe para proteger a los niños
Desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria nos envían una advertencia con el fin de proteger la salud de nuestros niños, especialmente en esta época en la que ya empiezan los temidos catarros y las sufridas gripes. Enfermedades que, si bien no resultan ser excesivamente graves, sí pueden tener unas consecuencias negativas y complicadas para los niños, mucho más si todavía son bebés.
Precisamente los niños son el grupo humano más proclive a la transmisión de la gripe, haciendo que se propague rápidamente y a través de pequeños gestos cotidianos que se pueden solucionar a través de una exhaustiva higiene, y a que los adultos se vacunen debidamente, especialmente aquellos grupos de mayor riesgo.
Contrariamente de lo que se piensa, los antibióticos no combaten la gripe
A menudo los síntomas de la gripe se suelen confundir con un resfriado normal. Sequedad de garganta, tos, malestar general, pérdida de apetito o congestión nasal, son algunos de ellos. Sin embargo, la gripe es producida por un virus que se propaga rápidamente a través de las pequeñas gotitas que soltamos al estornudar, toser o la propia respiración.
Precisamente por tratarse de un virus, de no ser tratado debidamente, puede acarrear otra serie de complicaciones mucho más graves: otitis, neumonía, bronquitis…además de empeorar cualquier otra enfermedad que ya padezca como puede ser el asma o la diabetes.
Sin embargo, un gran número de españoles siguen pensando que la gripe se cura con antibióticos. Es ahí donde los padres, que pueden pensar que su niño ha pillado esta enfermedad, buscan la solución en este medicamento cuando, en realidad, no resulta eficaz para la destrucción de los virus, sólo podría ser útil si se tratara de una infección causada por bacterias.
La mejor prevención, la vacunación
Es importante, y muy recomendable, que los adultos que se encuentran en los grupos de riesgo, no descuiden su vacunación. Pero ¿cuáles son esos grupos?
- Todas las personas mayores de 65 años.
- Todas las personas de entre 6 meses y 65 años que padezcan algún problema de salud que aumente el riesgo de complicaciones: problemas respiratorios, cardiovasculares, metabólicos, renales…y en especial todos aquellos trastornos de salud que provocan una bajada en las defensas. También es conveniente en embarazadas y pacientes con Síndrome de Down.
- Toda persona que conviva con bebés menores de 6 meses o ancianos o enfermos crónicos.
También resulta una buena medida de prevención educar a nuestros niños a que lleven unas medidas de higiene básicas y continuas, como es el lavado de manos frecuente. De igual modo enseñarles a taparse la boca antes de toser o estornudar y evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca tras haber entrado en contacto con alguien que pudiera estar pasando por un periodo gripal.
Vía | Familia y Salud
Fotos | Passport Helth y Eat Right
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