Actividades extraescolares: ¿Por qué parece tan difícil elegir?
La elección de una actividad extraescolar puede convertirse cada año en un proceso complejo y difícil. ¿Pero por qué la elección final parece más difícil de lo que realmente es?
1. Un catálogo de extraescolares cada vez más completo y desarrollado
Las dificultades para acotar la elección crecen cuando la alternativa definitiva se contextualiza en un catálogo de extraescolares muy completo y desarrollado. Cuando la programación incluye tantas propuestas, materias, campos y posibilidades, surgen dudas alrededor de la elección más conveniente. El grado de dificultad en la elección definitiva de una o dos extraescolares crece en un contexto marcado por la variedad de alternativas y la calidad de la oferta existente.
2. Las actividades extraescolares, en ocasiones, se convierten en una herramienta para conciliar
La dificultad en la elección de actividades extraescolares reside en que esta propuesta educativa no se analiza, únicamente, desde el punto de vista de la calidad pedagógica o formativa. A nivel educativo, el programa se alinea con aprendizajes, destrezas y competencias. Sin embargo, existe otra interpretación frecuente en el ámbito familiar: los horarios de las extraescolares parecen convertirse en una pieza del puzle de la conciliación para ajustar horarios en un calendario familiar muy complejo.
3. Exceso de expectativas en torno al potencial de las extraescolares
Es importante no añadir una presión académica en el alumno a través de extraescolares que, aunque se convierten en un excelente complemento educativo, persiguen un objetivo principal: aprender de manera positiva desde la diversión, el entretenimiento y el disfrute. La dificultad en la elección se intensifica cuando las extraescolares se interpretan como un medio para impulsar la excelencia en competencias, talento, habilidades, cualidades y destrezas.
4. Cuando una materia parece más relevante y significativa que otra
Para acertar realmente en la elección de una extraescolar, es aconsejable seleccionar una opción específica tomando como referencia el perfil del niño. Es decir, conviene tener en cuenta su evolución, su momento personal, sus gustos, sus habilidades… Sin embargo, la elección parece más compleja cuando, según estereotipos y prejuicios de los adultos, una propuesta parece más relevante e importante que otra en relación con aquello que aporta.
5. La responsabilidad de una elección es totalmente inherente a la libertad
Asistir a una actividad extraescolar es una posibilidad (aunque no sea la única alternativa). Los padres, conscientes de la influencia positiva de su responsabilidad, ejercen un acto de libertad. Y en este contexto, también puede nacer el temor a no acertar plenamente en una propuesta (como si la elección fuese un examen).
Finalmente, la elección de las actividades extraescolares puede percibirse como un proceso bastante complejo, puesto que influyen variables externas, diversas circunstancias y factores internos en la selección final: el equilibrio adecuado en el número de extraescolares, la oferta disponible en el entorno, los horarios, las preferencias del niño… Por ejemplo, puede surgir alguna diferencia de criterio entre los progenitores que tienen un punto de vista distinto en relación con este punto.
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