Actividades complementarias tras la lectura: ideas prácticas
Es posible profundizar en torno a la lectura de un libro por medio de otras actividades complementarias que enriquecen la aproximación al relato. Existen numerosos ejemplos de actividades que los niños pueden realizar tras disfrutar de una obra. Por ejemplo, ver su versión cinematográfica, responder diferentes preguntas sobre el argumento o hacer un dibujo inspirado en la historia. Las actividades complementarias para la lectura de libros infantiles tienen un mismo hilo conductor.
Sin embargo, se materializan a través de experiencias diferentes que sirven de guía para profundizar en la obra literaria. Es habitual que, durante esas actividades complementarias, el lector ponga su atención en aspectos que anteriormente habían pasado desapercibidos. Por ejemplo, es posible anotar algunos conceptos para descubrir su significado.
Selección de actividades complementarias tras la lectura de un libro infantil
También existe la posibilidad de poner el acento en la caracterización de los personajes. Cada uno de ellos destaca por unos rasgos principales que también pueden ponerse en conexión con sus acciones. ¿Cuáles son los detalles que dan forma a su figura?
¿Qué otras actividades complementarias es posible realizar después de la lectura de una obra? Escribir un breve resumen con las ideas principales. Por ejemplo, dicha presentación puede servir como ejemplo para recomendar el libro a otra persona cercana. El teatro es otra de las actividades que está en conexión directa con la lectura. Esta última aporta numerosas referencias para representar y teatralizar algunas escenas con muñecos o títeres. Si el libro describe información sobre una ciudad, es posible investigar otros datos de ese lugar a través de fotografías, monumentos, paisajes, tradiciones culturales, gastronomía… Tal vez no sea posible viajar para conocer un escenario presencialmente. Pero existen otras muchas maneras de llegar hasta él. En otros casos, quizá sea viable llevar a cabo un plan de ocio inspirado en un libro infantil.
Las actividades para después de la lectura también se complementan con otras rutinas que pueden integrarse al inicio de una nueva sesión. Por ejemplo, es posible hacer un breve repaso de las novedades presentes en las páginas previas. De este modo, el lector actualiza la información para continuar con el descubrimiento de la historia.
Aportamos más propuestas: reflexionar en torno a los valores de la obra, imaginar un final alternativo o charlar sobre las enseñanzas que aporta el desenlace. Finalmente, conviene valorar la posibilidad de elaborar un cuaderno de lecturas con información clave sobre cada historia.
Beneficios de las actividades complementarias tras la lectura
Las actividades complementarias tras la lectura permiten compartir más tiempo con una obra. Es esencial que las dinámicas y actividades propuestas se adapten a la edad del lector. Son iniciativas que mejoran la comprensión lectora y, además, permiten ampliar la visión inicial al captar más detalles durante el proceso.
Las actividades complementarias tras la lectura son frecuentes en el ámbito educativo. Pero es una idea que también puede trasladarse al propio hogar con dinámicas sencillas y divertidas.
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