Acidez o ardores de estómago durante el embarazo

A lo largo del embarazo pueden padecerse ciertas molestias que si bien no repercuten ningún peligro para salud, si nos hacen sentirnos menos dispuestas, provocándonos cierta desazón y malestar que nos obliga, en algunos casos, a tener que llevar un cuidado especial o tomar algunas medidas poco habituales.

Uno de esos trastornos que se nos puede presentar es la acidez de estómago o los ardores. Generalmente son debido a la alteración de las hormonas que durante la gestación son las causantes de la mayoría de nuestras molestias. La progesterona, que aumenta considerablemente durante el embarazo, hace que el anillo que une el esófago al estómago se dilate por lo que provoca ciertas regurgitaciones que nos provocan esa desazón. Pero también existe otro motivo bastante importante, y es el cambio de posición de nuestro estómago, que es empujado por el útero, al crecer, y que provoca que, en aplastamiento, ese anillo funcione peor y deje entrar esos molestos ardores.

Antes de que aparezca podemos prevenirlo con unos cuidados diarios que no implican grandes sacrificios. Debemos evitar las comidas copiosas, con mucha grasa o demasiado especiadas. También las bebidas con gas. Tómate el momento de la comida con tranquilidad, mastica despacio y no dejes que ni las prisas ni el estrés entren en tu vida, al menos durante ese momento. Para la digestión, nada mejor que un buen relax, con la cabeza más alta que el cuerpo. Y antes de irte a la cama, un buen vaso de leche te ayudará a neutralizar el ácido.

Pero si ya es inevitable y te aparece de forma continuada, lo mejor es que lo consultes con tu ginecólogo. Te puede aconsejar algún antiácido que no perjudique a tu bebé. También es aconsejable dormir con la cabeza más elevada y nunca te tumbes después de comer.

Vía | Ser padres
Foto | Entre padres

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