Abuelos y nietos: 5 razones para compartir tiempo juntos

Cada vínculo familiar tiene un significado propio. Existe un lazo especialmente valioso: aquel que describe la relación de afecto de los abuelos y los nietos. Muchos mayores son un pilar importante en la conciliación familiar al colaborar en el cuidado de los niños durante un tiempo semanal. Una implicación que es la manifestación de la generosidad emocional de quienes acompañan constantemente desde el afecto. Sin embargo, también es muy importante atender sus necesidades. El síndrome de los abuelos esclavos describe la vulnerabilidad de quienes se sienten desbordados por el peso de obligaciones vividas como una carga que, a su vez, vienen a sumarse a toda una vida de esfuerzo.

El verano es un tiempo de vacaciones en el que abuelos y nietos se reencuentran (cuando viven en destinos diferentes durante el curso). Incluso quienes se ven de manera habitual cada semana encuentran en este escenario la motivación de un nuevo contexto. Un vínculo afectivo que es protagonista de la trama de la mítica serie de dibujos animados Heidi o de la película El Abuelo dirigida por José Luis Garci. ¿Por qué los abuelos son tan importantes en la vida de los nietos?

1. Sabiduría vital de los abuelos

A pesar de que vivimos en una sociedad en la que la juventud parece un mérito personal, mientras que la madurez a veces se interpreta desde el filtro del edadismo (prejuicios negativos sobre la edad), gracias a esta perspectiva de vida, los abuelos pueden acompañar a sus nietos desde una sabiduría que es fruto de la experiencia.

Por ejemplo, son personas que tienen más claras sus prioridades en esta etapa y actúan de manera coherente desde el punto de vista del pensamiento, la palabra y la acción. El amor produce un efecto nutritivo en cadena por medio de la vinculación constante de abuelos, hijos y nietos.

Los abuelos no solo tienen una sabiduría de vida, sino que además, ellos también fueron niños y recuerdan con especial cariño una etapa que adquiere un especial protagonismo desde la distancia temporal.

2. Estabilidad

La seguridad que produce la conexión con este vínculo afectivo se mantiene incluso en la etapa adulta cuando una persona vuelve a conectar emocionalmente con el recuerdo de un tiempo feliz que se actualiza en el ahora a través de esta atención consciente.

El reconocimiento de la aceptación incondicional es un espejo en el que un niño puede encontrar su mejor versión. Muchos abuelos no solo comparten tiempo de calidad con sus nietos, sino que además comparten estos minutos en cantidad.

3. Conocimiento

A través del testimonio de los abuelos, los niños pueden acceder a historias y relatos que forman parte de las memorias de un pasado que no conocieron. Conversaciones que muestran una forma diferente de viajar a través de la palabra. Los abuelos también dan testimonio de tradiciones familiares. Además, su voz rinde homenaje a otros familiares ya fallecidos pero que siguen presentes en la convivencia del hogar.

4. Autoestima

Los abuelos están presentes en una de las etapas más importantes de la vida por su influencia incluso en la etapa adulta: la infancia. Los abuelos acompañan, juegan, transmiten valores, enseñan a través de su ejemplo y, por su propia posición en la familia, unen a los seres queridos. Por tanto, la influencia de los abuelos tiene un enfoque sistémico en muchas familias al reforzar el bien común.

Cada ser humano es único y especial. Todos los somos por naturaleza, pero no siempre nos sentimos de este modo. Sin embargo, muchos nietos sí se sienten de este modo cuando están con sus abuelos o cuando les recuerdan. Abuelos que ofrecen reconocimiento y amor incondicional.

5. Qué aportan los niños a los abuelos

Por lo dicho hasta el momento podría parecer que la influencia de los abuelos en la vida de los nietos es significativa por aquello que los mayores pueden aportar a los niños. En todo vínculo que es feliz existe una reciprocidad. ¿Qué aportan los niños a los abuelos? La enumeración de regalos vitales sería interminable: la alegría, la compañía, la ilusión, un regreso a la infancia, la motivación…

Los abuelos observan la evolución de los niños así como ellos mismos avanzan en su propia etapa vital. Una distancia generacional que aporta un significado especialmente valioso a un lazo en el que el presente adquiere su mayor expresión en la comunicación familiar. Este es un vínculo que se actualiza constantemente, pero lo esencial permanece.

No todas las historias reúnen estas características. Pero cuando el vínculo es positivo y estable, estos ingredientes forman parte de este lazo. Abuelos al borde de un ataque de nietos es un libro escrito por Leopoldo Abadía en el que el autor reflexiona sobre aquellos detalles presentes en la biografía de quienes han vivido esta experiencia.

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