Abuelos jóvenes de 50 años: ventajas, dificultades y oportunidades

No existe una edad ideal para ser abuelos porque, cuando una persona recibe ese regalo vital, siente que se produce en el momento oportuno. Sin embargo, el retraso en la edad de la maternidad también causa un efecto directo: los abuelos descubren más tarde esta etapa. Más allá de los datos generales, existen excepciones como muestra el testimonio de los abuelos jóvenes en la actualidad. Personas que dan la bienvenida a su primer nieto después de los 40 o los 50 años.

Ventajas de ser abuelo joven en la actualidad

Generalmente, la persona se encuentra en un buen momento vital. Disfruta de un estilo de vida activo y tiene un nivel de energía más elevado que el que probablemente experimente en décadas posteriores. Ese nivel de energía es clave para compartir tiempo de calidad con el nieto.

Una brecha generacional que, en este caso, no es tan marcada con los hijos. La fecha de nacimiento, que adquiere una visibilidad especial en el árbol genealógico de una familia, en ocasiones muestra una distancia temporal notable entre padres, hijos y nietos. Esa diferencia no es negativa, sin embargo, ser abuelo joven hace que la distancia generacional sea menos marcada con los hijos. Aunque son los progenitores quienes tienen la responsabilidad de educar, a veces, se producen discusiones y conflictos con los abuelos (que tienen puntos de vista diferentes sobre la crianza y la educación).

A partir de la esperanza de vida actual, el abuelo joven visualiza un futuro en el que, posiblemente, tenga la oportunidad de disfrutar del crecimiento de su nieto y acompañarle en diferentes etapas como la adolescencia y la juventud.

Dificultades de ser abuelo joven

Así como los padres pueden tener dificultades para conciliar el trabajo con la vida familiar, la vida profesional también puede establecer un límite a las expectativas personales de aquellos abuelos que tienen ganas de pasar más tiempo con sus nietos. En la etapa de los 40 y los 50 años, este ser querido también tiene responsabilidades laborales que atender. Por tanto, su agenda y sus horarios no disponen de la flexibilidad que requiere una mayor implicación en el cuidado de los nietos (no olvidemos que muchas personas mayores se han convertido en un apoyo esencial para la conciliación en familias con hijos).

A veces, la persona no se siente preparada para asumir el nuevo rol. Tal vez había imaginado una posibilidad que valoraba de forma positiva. Sin embargo, no imaginaba que ese paso se produciría a los 40 o 50 años. Suponía que la llegada de su primer nieto sería un acontecimiento que se retrasaría más en el tiempo. Es decir, puede suceder que el abuelo necesite más tiempo para aceptar el cambio, asimilar la información e interiorizar el nuevo rol.

Ser abuelo joven: oportunidades

La juventud ofrece una ventaja añadida en el vínculo entre abuelos y nietos: el factor tiempo. Un factor que es clave para que los hijos puedan disfrutar de sus padres y descubrirles en su nueva faceta de abuelos. Por otra parte, el propio lazo afectivo con el bebé va a evolucionar a lo largo de la vida.

La maternidad tardía produce una consecuencia frecuente en la sociedad actual. La generación sándwich muestra la realidad exigente de aquellos adultos que cuidan de sus hijos y de sus padres (que tienen una edad avanzada).

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