Abrigar al niño no previene el catarro

Me paso todo el invierno escuchando que mis niños van poco abrigados y se van a coger un resfriado. De momento, no tienen más que el resto de niños y hasta ahora ni siquiera llegan a la media. Un niño sano pasa entre 6 y 10 resfriados al año, que duran unos 7 días cada uno. Los míos no son más sanos que los demás, no están más fuertes ni están mejor cuidados. La principal diferencia es que el peque no va a la guardería, por tanto está menos expuesto, y la mayor sabe que los catarros se contagian con los besos, las manos y los estornudos.

Los niños no se resfrían por ir poco abrigados, lo hacen por contagio. El catarro lo causa un virus que se transmite por la saliva. Llega de unos niños a otros, y a los mayores, por los estornudos, la tos, los besos, las manos que previamente han estado en la boca o la nariz, los juguetes chupados, etc. La pregunta obvia es ¿porque se resfrían cuando hace frío? y es que aunque el virus está activo todo el año, hay ciertas condiciones que facilitan su transmisión.

Al bajar la temperatura del cuerpo se produce la vasoconstricción de los capilares sanguíneos de las mucosas, que reciben menos sangre. Además el aire frío daña la capa celular superficial y ambas cosas facilitan la entrada de los virus. Por tanto, lo importante es evitar los cambios de temperatura del cuerpo, no exponer al niño a cambios bruscos y evitar que sude. Y en lo posible, calentar el aire que respiran, con una bufanda o pañuelo sobre la nariz.

En definitiva, los niños deben ir calentitos y cómodos pero sin excesos y sin sudar. Hay que ponerles o quitarles ropa antes de cambiar de ambiente y sobre todo hay que enseñarles a prevenir. La medida higiénica más eficaz contra los resfriados no es la vitamina C, ni las bufandas, ni la calefacción, sino el lavado frecuente de manos.

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