7 valores muy importantes de las escuelas y colegios rurales
La supervivencia de muchos pueblos depende, en gran medida, de su proximidad con una escuela rural. A su vez, la permanencia de los centros educativos que se sitúan en pequeños municipios también depende de la asistencia de un determinado número de alumnos que, a pesar de no ser excesivamente elevado, en ocasiones se torna inviable ante la despoblación de la zona. ¿Cuáles son los valores que ponen en práctica las escuelas y colegios rurales?
1. Innovación y creatividad: gestión consciente de los recursos
Sin duda, son centros que evolucionan y se adaptan a los cambios sociales y tecnológicos que se producen. A su vez, las propias circunstancias de un centro con un reducido número de alumnos y recursos limitados potencia la innovación desde la creatividad que fomenta el óptimo aprovechamiento de medios y herramientas disponibles.
2. Contacto con la naturaleza, cercanía y proximidad
La ubicación de una escuela rural destaca por su integración directa en el paisaje de la zona. Y el contacto con la naturaleza, por otra parte, favorece el desarrollo de un estilo de vida sostenible, alimenta la observación del entorno, eleva el bienestar personal y, por supuesto, impulsa el aprendizaje.
3. Enseñanza más personalizada
Este factor no es exclusivo de la educación que se imparte en los centros rurales. Sin embargo, las propias condiciones de aquellas escuelas que están integradas por un reducido número de alumnos crean un contexto favorable para la atención a las necesidades individuales de cada alumno.
4. Vocación de los maestros rurales
Cualquier profesión que esté relacionada con la enseñanza aporta niveles más altos de felicidad cuando es una labor que se realiza de forma vocacional. Pues bien, la vocación es uno de los factores que suele estar especialmente presente en los maestros rurales que se implican cada día en su trabajo y, junto con los alumnos, se convierten en el alma del centro.
5. Colaboración con la propia comunidad
La escuela rural se convierte en el alma del entorno en el que se sitúa. Participa activamente de la vida en el pueblo. Por ello, lleva a cabo diferentes acciones en colaboración con otras entidades e instituciones de la zona. Por ejemplo, es posible planificar iniciativas educativas entre escuelas y bibliotecas.
6. Reconocimiento del mundo rural en su conjunto: tradiciones, costumbres y legado
Como hemos comentado, la escuela rural es clave para la evolución de los pueblos. Desde esta institución educativa se pone en valor todo aquello que es significativo en este ámbito: costumbres, tradiciones, legado, profesiones, desafíos, oportunidades, arraigo, diversidad…
7. Constancia, perseverancia y tenacidad
Las escuelas rurales afrontan numerosas dificultades. En ocasiones, pasan desapercibidas frente a la oferta existente en ciudades y pueblos con una población más elevada. Sin embargo, los objetivos cumplidos son un reflejo de la constancia que caracteriza a aquellos centros educativos que se sitúan en pequeños municipios.
Por tanto, escuelas y colegios rurales tienen un importante significado por aquello que representan. Facilitan el acceso a la educación y la enseñanza para aquellas familias con niños que eligen el pueblo para vivir, crecer y evolucionar.
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