7 razones para hacer un viaje especial con niños y adolescentes
En la lista de posibles viajes familiares, que una familia vive a lo largo del tiempo, hay espacio para una escapada que, por alguna razón, se recuerda por ser más especial que otras. Lo que hace que un viaje sea especial puede conectar con el momento en el que se realiza la escapada, el destino o la motivación (pasar tiempo juntos). Es decir, un viaje especial no tiene por qué alinearse con la visita a un destino lejano o con un presupuesto elevado. Un viaje especial en familia es aquel que nace con un propósito o una intención significativa. ¿Por qué organizar una escapada especial con niños y adolescentes? Compartimos 7 buenas razones para padres y madres.
1. Planificación: los preparativos son clave en un viaje especial
Un viaje especial muestra la importancia de los detalles que adquieren un espacio notable durante los preparativos. La fase de planificación anticipa ese momento en el que la familia se sumerge definitivamente en la experiencia de conocer un lugar, romper la rutina, pasar tiempo juntos y hacer planes variados.
2. Conexión emocional entre padres e hijos
Es posible hacer una pausa en el ritmo de la rutina para marcar un punto de inflexión en las circunstancias del día a día. Uno de los objetivos habituales durante un viaje especial en familia, más allá de la belleza o la relevancia del destino, es pasar tiempo juntos. Tiempo de diversión, conversación, improvisación, experiencias culturales, nuevas aventuras… Todo ello incide en la proximidad, la confianza, la cercanía y la conexión emocional.
3. Anécdotas que perduran para siempre
Los viajes más especiales se recuerdan con más intensidad que otras escapadas cotidianas. Aportan anécdotas, historias y experiencias que, a su vez, se comparten con otros amigos y familiares. Pero, además, ese viaje se convierte en un refugio compartido a través de la memoria de un tiempo que se actualiza y se revive en conversaciones familiares.
4. Educación, lecciones vitales y enseñanzas clave
Las experiencias del viaje unifica diversos ángulos o perspectivas. Más allá de la parte emocional o afectiva, existen otros enfoques: historia, arte, introspección, finanzas, naturaleza, gastronomía, costumbres, barrios… Un viaje especial en familia proporciona lecciones vitales y enseñanzas clave como, por ejemplo, el valor del tiempo juntos.
5. Conocer otras realidades (incluso en un entorno próximo)
La experiencia del viaje, cuando se vive y afronta con curiosidad, es integral. Viajar facilita el acceso a otras realidades que educan en el valor de la empatía, la libertad, el respeto, el humanismo…
6. Un proyecto único e irrepetible
No existe un único viaje especial, puesto que cada familia tiene su propia visión sobre lo que implica hacer una escapada diferente. Un viaje especial es, ante todo, aquel proyecto que, además de deseado, resulta viable en un periodo de tiempo relativamente próximo.
7. La infancia y la adolescencia pasan rápido
Los años de infancia y adolescencia pasan rápido, al igual que el tiempo avanza con gran velocidad en la vida adulta. En lugar de posponer ese viaje soñado, es recomendable vivirlo, disfrutarlo y celebrarlo cuanto antes.
¿Cuáles son tus razones para organizar una escapada especial con tus hijos?
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