7 ideas sencillas para conservar recuerdos del verano en familia
La vivencia está vinculada al recuerdo. Pero no todas las experiencias dejan la misma huella en la memoria. Por ello, algunos instantes pasan totalmente desapercibidos a largo plazo. ¿Te gustaría conservar momentos felices de las vacaciones de verano y disfrutar de esos detalles durante el otoño o el invierno? ¿Deseas fomentar la educación emocional en tus hijos a través de actividades creativas y conscientes? En El Blog Infantil compartimos siete propuestas.
1. Guardar postales y cartas
Aunque actualmente la comunicación se desarrolla principalmente a través de la tecnología, todavía hay familias que intercambian algunas postales y cartas. En ese caso, es posible guardar con especial cariño aquellos mensajes que llegan al buzón de casa. El nombre del remitente dibuja una sonrisa en el rostro.
2. Visitar las tiendas de recuerdos en excursiones y viajes estivales
Desde el punto de vista emocional, conviene poner en valor la oferta de aquellos establecimientos que están estratégicamente situados en el centro de ciudades y pueblos. Es decir, puntos de venta que lucen sus escaparates en las calles más turísticas y visitadas de cada municipio. Ofrecen una amplia selección de los productos de la zona. En consecuencia, son tiendas de regalos con artículos que se convierten en bonitos recuerdos.
3. Caja de recuerdos del verano
A lo largo de las vacaciones de verano es posible añadir información nueva en el interior de una caja que se transforma en un símbolo de los momentos vividos. Por ejemplo, un juguete, una entrada de cine con el título de una película infantil o un dibujo se alinean con instantes significativos.
4. Escribir un diario de verano
La redacción de un diario suele verse interrumpida a medio o largo plazo. Muchas personas consideran que es difícil integrar la rutina de escritura de forma realista en la agenda del año. Sin embargo, las vacaciones de verano aportan un horizonte más cercano. Es decir, es un periodo de tiempo que invita a escribir un diario con principio y final que se transforma en un capítulo muy especial para la familia.
5. Canciones de verano para niños
El verano está directamente vinculado con melodías que se posicionan como una auténtica banda sonora. Las canciones están presentes en viajes en coche, celebraciones de cumpleaños, reuniones caseras, sesiones de baile, fiestas de los pueblos… El contacto con la cultura, en este caso, con la música, alimenta el recuerdo de momentos felices en familia. ¿Alguna vez has sentido cómo una melodía te transporta directamente hasta tu infancia o adolescencia? Es una experiencia que tu hijo también puede vivir en el futuro.
6. Manualidades y actividades creativas
Aquellos proyectos que llevan la firma de su autor son un bonito legado. Por ello, las manualidades se convierten en uno de los pasatiempos preferidos de los niños durante las vacaciones. Al llegar el mes de septiembre, pueden tener una colección de dibujos y composiciones.
7. Planes en grupo con la familia extensa
Durante las celebraciones de Navidad, fiestas de cumpleaños, comidas de domingo y otros eventos familiares, suelen surgir temas comunes. Anécdotas de las que todos fueron protagonistas, pero la perspectiva de cada uno es diferente. Gracias a esas anécdotas, los niños también tienen la posibilidad de conocer a familiares ausentes que dejaron su huella en tantos testigos de vida. Por ello, los planes de verano que unen a abuelos, padres, tíos, primos y nietos crean un efecto a largo plazo.
¿Cómo conservar en el futuro los recuerdos felices de las vacaciones con niños? Más allá de las fotografías, hay otras experiencias que alimentan el proceso.
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