7 consejos para tener conversaciones difíciles con niños
La dificultad de una conversación puede girar en torno a numerosos aspectos: el tema en cuestión, el contexto, el interlocutor… Cuando el niño se convierte en parte implicada en una conversación difícil, es importante acompañar sus emociones. ¿Cómo tener conversaciones difíciles con niños? En El Blog Infantil proponemos 7 recomendaciones.
1. Planificación y preparación
Siempre es preferible evitar la improvisación absoluta para tratar un tema complejo con niños. La planificación y la preparación te ayudan a anticiparte a ese momento. Te permite buscar los recursos, las palabras y el tono más adecuado para transmitir el mensaje. Es decir, la preparación de ese momento es clave para afrontarlo con más tranquilidad.
2. Transmitir la información y las explicaciones precisas
¿Cómo transmitir el núcleo de la cuestión? Selecciona la idea que quieres transmitir al niño de forma sencilla. Utiliza un lenguaje claro. Quizá haya datos que no necesite conocer porque pueden desbordarle o se trata de una cuestión que implica directamente a otras personas.
3. Escucha consciente
Una conversación muestra un diálogo y una interacción. Acompaña a tu hijo de forma consciente a través de la resolución de dudas o mediante la escucha de aquello que siente. Cuando transmites una información importante al niño, el contexto se completa desde una perspectiva bidireccional.
4. No busques la perfección, confía en ti mismo
No busques la perfección si tienes que tratar un tema difícil con tu hijo. Esa búsqueda de perfección se convierte en una exigencia que puede llegar a bloquearte. Confía en ti mismo y en tu capacidad para atender ese momento. Lo importante no es solo el mensaje, sino también las necesidades emocionales que se producen durante la conversación. Transmite seguridad, protección, estabilidad y cercanía.
5. Seguimiento
Esa primera conversación requiere de un seguimiento adaptado a la realidad del momento, la evolución de las circunstancias y las necesidades del niño. Es decir, tienes la oportunidad de clarificar algunas cuestiones, incidir en aspectos que quedaron pendientes o reforzar otros puntos.
6. No evites las conversaciones difíciles: afronta la realidad
Las conversaciones difíciles pueden ser muy complejas, sin embargo, no las evites, ni las aplaces de forma indefinida. Analiza la rutina familiar y busca un espacio que te resulte propicio para afrontar ese momento. El afrontamiento es clave para ganar confianza ante ese tipo de situaciones que de manera inevitable se producen en el ámbito familiar.
7. Utiliza el poder del ejemplo
Existen diferentes recursos que puedes utilizar para transmitir claridad desde la empatía con el interlocutor. Además de priorizar el uso de un lenguaje sencillo, también puedes nutrirte con el valor del ejemplo como medio práctico. Existen otros recursos de ayuda para mantener un diálogo constructivo, por ejemplo, los cuentos.
¿Quieres mantener una conversación difícil con tu hijo y no sabes cómo afrontar ese momento? ¿Te preocupa que el niño reaccione de forma negativa ante ese contexto? Busca ayuda especializada y confía en el asesoramiento profesional para impulsar tus habilidades parentales.
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