7 causas de estrés en padres y madres durante el verano

La percepción del verano puede ser diferente en niños y adultos. De hecho, es un periodo del año que llega acompañado por novedades significativas que, en algunos casos, se convierten en una fuente de estrés. En El Blog Infantil, coincidiendo con el inicio del periodo vacacional, comentamos cuáles son algunos desafíos frecuentes.

1. Cambios en el estilo de vida

El autocuidado personal eleva el bienestar anímico. Sin embargo, el verano también puede derivar en un cambio de rutinas que pone en pausa algunos de los hábitos positivos mantenidos anteriormente.

2. Dificultades en los vínculos afectivos

Las dificultades que pueden producirse en la convivencia también están presentes en el calendario frecuente del curso. Sin embargo, adquieren un mayor nivel de importancia en un periodo en el que el descanso recuerda algunos asuntos pendientes. Es decir, las ocupaciones cotidianas dejan en un segundo plano aquellas cuestiones que, durante las vacaciones, se presentan como inevitables.

3. Sensación de vértigo al inicio de las vacaciones escolares

El periodo de vacaciones escolares no se alinea completamente con las responsabilidades profesionales de padres y madres. La percepción del tiempo se descubre desde una óptica distinta conforme avanza el verano. Sin embargo, durante los primeros días es posible experimentar el vértigo que despierta la anticipación de tantas semanas que requieren de un plan de organización inmediato. Y quizá todavía queden numerosos aspectos por concretar en la organización de la vida laboral y familiar.

4. Viajar

Los viajes familiares, que con frecuencia forman parte del programa de las vacaciones estivales, suponen una fuente de motivación. Aunque, como sabes, es posible vivir una misma realidad desde ángulos distintos. Generalmente, el estrés se experimenta durante los días previos a la escapada. La planificación, la gestión de las tareas pendientes y el cansancio acumulado hacen que el proceso sea más complejo. El nivel de complejidad está condicionado por las características del propio viaje y de las herramientas utilizadas para afrontar el proceso.

5. Redes sociales

En ocasiones, la gestión de las redes sociales deriva en el efecto de la comparación interpersonal. Y dicha comparación va más allá de la perspectiva individual. Actualmente, algunas familias con niños comparten información sobre sus planes estivales y otros aspectos de la vida cotidiana. Son contenidos que muestran la mejor versión del verano y de la forma de disfrutarlo. Es decir, quien cae en el efecto de la comparación, cree que su realidad familiar no es tan perfecta en sí misma.

6. Predisposición negativa

El capítulo del verano no es nuevo en las familias. Los desafíos que presenta este periodo del año son universalmente conocidos. Es decir, se repiten en los hogares con la llegada de las vacaciones. Por ello, el recuerdo de los desafíos que trae consigo dicho periodo puede hacer que los padres inicien el nuevo ciclo con una predisposición negativa. Y la forma de afrontar el comienzo influye de forma directa en el modo de interpretar la realidad.

7. Estrés financiero

A los gastos de la vida cotidiana y del periodo de vacaciones, se suma la preparación de la vuelta al cole. Las dificultades para ajustar el presupuesto muestran que el estrés relacionado con el plano económico tiene su reflejo en el ámbito personal.

Psicología #estres #vacaciones