7 beneficios de la lectura de libros infantiles con capítulos
La lectura de los primeros cuentos pone el acento en obras muy breves que no están estructuradas en apartados perfectamente diferenciados. El capítulo aporta una organización a historias más largas. ¿Qué beneficios presentan los libros infantiles que están divididos en varias secciones?
1. Motivación para la lectura
El final del capítulo puede convertirse en una meta que alimenta el hábito de la lectura. El lector se adentra en el descubrimiento de la historia con calma mientras disfruta de las novedades de cada parte.
2. Acotar el contexto de los comentarios
La lectura se enriquece con la comunicación familiar. Una obra puede analizarse desde una perspectiva holística como queda de manifiesto en la experiencia de aquellos clubes de lectura que unen a diferentes lectores que comparten sus reflexiones en torno a las obras seleccionadas. Pues bien, los libros infantiles organizados por capítulos son ideales para contextualizar las reflexiones en el marco de cada apartado.
3. Crear un tiempo diario para la lectura
La estructura de un libro organizado por capítulos se alinea con el proceso de creación de un hábito que se consolida a largo plazo. Cada día ofrece el espacio deseado para desvelar las novedades de un nuevo apartado. Y alimenta la motivación para continuar con la experiencia en la jornada siguiente.
4. Una preparación para el futuro
Los niños afrontarán la lectura de contenidos más elaborados en el campo académico y en el recreativo. Por ello, las primeras lecturas de obras que están perfectamente organizadas en secciones que facilitan el descubrimiento del desarrollo de la trama suponen una preparación para leer libros más complejos en el futuro. El proceso puede resultar más tedioso y aburrido cuando no existe una base anterior.
5. Detener la atención en un apartado concreto
El grado de felicidad experimentado en el proceso de la lectura no se mide por el número de páginas o de palabras. Cada capítulo es un paraje que se disfruta de forma independiente, aunque forme parte de un mismo hilo conductor. Contiene novedades, enriquece las páginas anteriores, añade más información y alimenta la creatividad literaria.
6. Estimulan la memoria y el recuerdo
Antes de continuar con un nuevo capítulo es posible recapitular las ideas principales del apartado previo. La estructura forma un perfecto hilo conductor en el que todos los elementos están interconectados. Pero la organización interna de la obra facilita la asimilación de nuevas ideas, conceptos y reflexiones.
7. Poner en valor la importancia del descanso en el proceso de la lectura
La prisa invita a desvelar cuanto antes el desenlace final de una historia. Sin embargo, el descubrimiento de una obra no se disfruta desde la impaciencia constante. La lectura requiere de atención, presencia consciente, implicación y concentración. Por ello, el descanso es clave. Y el final de un capítulo representa el momento perfecto para hacer un alto en el camino y continuar con el proceso en otro momento.
Por tanto, los libros estructurados en capítulos aporta un orden, un ritmo y una dirección en el propio proceso de una lectura que avanza hacia la última página.
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