6 razones para no sobreproteger a un hijo adolescente

Los desafíos pueden llegar a multiplicarse durante la adolescencia. En esta etapa de cambio, en la que los hijos desarrollan un mayor nivel de autonomía y crean su propio mundo en conexión con sus amigos, el deseo de sobreproteger al hijo frente a los peligros del mundo es posible. Sin embargo, es esencial evitar esa perspectiva para educar y acompañar desde un enfoque humanista y constructivo.
1. Evitar las cadenas que produce la sobreprotección
En apariencia, la sobreprotección tiene un fin positivo: proteger. Sin embargo, la realidad es que produce el efecto contrario: multiplica las cadenas y las barreras que condicionan la libertad, la autonomía y la toma de decisiones (de forma acorde a la edad).
2 Tu hijo tiene que vivir su propia vida
Y si intentas que tu hijo permanezca atrapado en un círculo de seguridad absoluto, no le permites avanzar, crecer y evolucionar. Es decir, tiene que vivir su propia realidad. Si sobreproteges a tu hijo, no le ayudas a descubrir sus propios recursos, herramientas, capacidades y habilidades.
3. Tu hijo adolescente tiene que asumir las consecuencias de sus decisiones
Tu hijo tiene la posibilidad de experimentar a partir de su propia realidad para escribir un camino propio. Si le sobreproteges hasta el extremo, no le permites que aprenda verdaderamente a partir de sus propios actos y sus consecuencias. Tu opinión y tu criterio son importantes, de hecho, eres una figura de autoridad. Pero la función de esta autoridad bien entendida no es interferir en el desarrollo de las propias decisiones del hijo.
4. La vida te marca sus propios límites: no puedes sobreproteger a tu hijo
Incluso aunque intentes sobreproteger hasta el extremo a tu hijo, no puedes: la vida te pone sus propios límites (como puedes observar en tantas situaciones imprevisibles o cotidianas). Es decir, debes aceptar que más allá de tus propósitos, implicación o buenas intenciones, no tienes el poder de estar ahí siempre y en cualquier circunstancia para impedir que cualquier factor pueda dañar a tu hijo.
5. Es importante encontrar el equilibrio y la prudencia
Proteger a tu hijo no es negativo. Pero aquellas cualidades y atenciones que se alinean con la protección sí dejan de asentarse sobre la base de aquello que resulta adecuado. Es decir, es una respuesta que rompe con el sentido de la medida, la proporción y el equilibrio.
6. Prevenir el síndrome del nido vacío
Es posible experimentar el síndrome del nido vacío incluso antes de que un hijo inicie una nueva etapa en una casa propia. En ocasiones, esa sensación de vacío se experimenta cuando este inicia su vida universitaria y estudia en otra ciudad. ¿Cómo prevenir el síndrome del nido vacío en los padres? ¿Cómo depositar ese peso sobre el hijo? Evitar la sobreprotección es un buen primer paso.
¿Te gustaría sobreproteger a tu hijo adolescente? ¡Te damos 6 razones para que este deseo no te condicione en las decisiones que tomas como padre porque, más allá de cualquier temor, tu hijo tiene que escribir su propio camino.
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