6 mitos sobre las bibliotecas infantiles en la actualidad
Cualquier edad es positiva para descubrir la magia de las bibliotecas. Sin duda, los niños se encuentran en el momento perfecto para familiarizarse con un hábito que puede sumar una importante fuente de felicidad durante el resto de su existencia.
Pese a que las bibliotecas estén tan integradas en los barrios, para algunas familias también son grandes desconocidas. En Uno más en la Familia enumeramos seis mitos de las bibliotecas en la actualidad.
1. Las zonas infantiles son espacios de silencio absoluto
Aunque el silencio es un valor que invita a la concentración y crea la atmósfera deseada para la lectura, las bibliotecas también son entornos de diálogo y conversación. En consecuencia, aunque un ambiente que no está condicionado por ruidos e interrupciones constantes se presenta como una aspiración, eso no significa que el silencio se manifieste de forma literal en todo momento.
2. Las bibliotecas son más atractivas en días de frío y lluvia
En realidad, cualquier momento del año es perfecto para descubrir la oferta literaria que se encuentra en sus estanterías. Además, las bibliotecas también adaptan sus horarios a lo largo del año para ajustarse al contexto estacional y los hábitos de las familias. Por ejemplo, durante el periodo estival, abren sus puertas durante la mañana.
3. Las bibliotecas se dirigen a un perfil específico de familia
Es cierto que las bibliotecas fomentan la accesibilidad a la cultura en la sociedad actual. Pero esta accesibilidad es universal. Es decir, beneficia a todas las familias y todos los niños, más allá de sus circunstancias y su realidad. Las bibliotecas son espacios en los que se respira un cálido humanismo que acoge y reúne a personas con realidades diferentes que encuentran un punto de unión alrededor de la cultura. Es decir, no se dirigen, únicamente, a quienes tienen recursos limitados para comprar libros en librerías.
4. Las bibliotecas miran al pasado
Es cierto que las bibliotecas para niños se enriquecen con la voz de autores de todos los tiempos. Sin embargo, son espacios que también miran al presente y al futuro. De hecho, son entornos que se reinventan en un contexto de nuevas tecnologías. Además de los libros en papel, las bibliotecas también tienen lecturas y materiales en formato digital.
Además, así como las librerías infantiles acogen las novedades y los éxitos de la temporada, las bibliotecas también están muy atentas a cuáles son los libros más vendidos (para ponerlos a disposición de los usuarios).
5. Las bibliotecas son lugares solitarios
Aunque la lectura es un placer que puede cultivarse a nivel individual, las bibliotecas no son lugares solitarios. De hecho, son un punto de referencia en los barrios, en consecuencia, unen a las familias. Además, se programan numerosas iniciativas que se dirigen a grupos concretos, por ejemplo, clubes de lectura o cuentacuentos.
6. Retirar un libro de las estanterías es una pérdida de valor
Muchos padres, madres y educadores están muy familiarizados con el significado de los cuentos y libros infantiles. Desde esta perspectiva, surge la creencia de que retirar una obra de las estanterías supone una pérdida de valor. Sin embargo, el expurgo es clave para potenciar la utilidad y el interés de las publicaciones que componen el fondo de la biblioteca.
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