6 factores clave en el buen funcionamiento del comedor escolar
Actualmente, el servicio de comedor escolar es solicitado por muchas familias de alumnos que, por determinadas circunstancias, eligen esta alternativa durante el curso académico. La calidad y la eficiencia del comedor escolar también refuerza la propuesta de valor de una institución educativa. Y es que, el comedor también representa un espacio de aprendizaje. ¿Pero cómo implementar cambios en este campo para alcanzar la excelencia?
1. Cumplimiento de normas de comportamiento y convivencia
Una de las ventajas que ofrece la rutina del comedor escolar es que los niños pueden compartir un tiempo significativo alrededor de la mesa con otros compañeros de clase. Pero, como ocurre en el entorno familiar, es aconsejable mantener el orden, la organización y la armonía en el grupo. Por ello, las normas de comportamiento ofrecen una regulación práctica.
2. Profesionales motivados y cualificados
El buen funcionamiento de un comedor escolar se basa en la colaboración de un equipo multidisciplinar. El número de perfiles que compone el proyecto depende de las características del comedor de cada centro educativo. Sin embargo, hay un profesional que destaca en este ámbito: el monitor de comedor escolar es una figura de referencia para los alumnos. Proporciona seguridad, acompañamiento y cercanía.
3. Menús variados y saludables
La calidad de los comedores escolares también se materializa por medio de una adecuada planificación. Una planificación que, desde el punto de vista nutricional, pone el acento en la elaboración de menús saludables y variados. Por otra parte, es esencial atender las necesidades específicas de cada alumno.
4. Ofrecer información actualizada a las familias
La comunicación entre el centro educativo y las familias gira alrededor de diferentes direcciones. En relación con el óptimo funcionamiento del comedor escolar, es esencial implicar a padres y madres en la realidad de este espacio a través de información actualizada que se adapta a sus necesidades.
Por ejemplo, las familias obtienen un conocimiento directo de aspectos clave a nivel nutricional: características de los menús, platos previstos para las próximas semanas, criterios utilizados en la elección de los alimentos… En relación con la última observación, como ocurre en los menús que se preparan en casa, es aconsejable utilizar alimentos de temporada.
5. Visión integral
El comedor escolar tiene una gran relevancia en la actualidad puesto que la mayoría de los alumnos utiliza los servicios que se integran en este ámbito. El enfoque desde el que se gestiona el proyecto influye en su nivel de excelencia. Es posible poner el foco en un ingrediente principal o quitar importancia a otras variables que también son relevantes. En consecuencia, es recomendable gestionar el proyecto desde una visión integral.
6. Proceso de mejora continua
La calidad alcanzada en un comedor escolar puede seguir potenciándose a largo plazo a través de un proceso de mejora continua que promueve cambios positivos, identifica posibles debilidades y subraya sus fortalezas. La excelencia de un comedor escolar también puede quedar reconocida a través de distintos premios que ponen en valor el trabajo desarrollado por el equipo. Pero el reconocimiento más importante es el que queda reflejado a través de la satisfacción de las familias.
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