6 errores en la elección de actividades extraescolares
El nuevo curso escolar estará acompañado por el aliciente de las novedades que se descubren al compás del propio vivir. Una de estas novedades puede contextualizarse en el ámbito de las actividades extraescolares. ¿Cuáles son los errores que pueden cometerse en la elección de estas clases para los niños? En El Blog Infantil profundizamos en torno a este tema académico.
1. Estereotipos de género
Es muy importante no prolongar estereotipos en torno a la creencia de que la elección de una materia u otra puede estar condicionada por esta visión limitante. Todas las actividades extraescolares son para niños y para niñas. Por tanto, es muy importante consultar la información de las opciones disponibles en la oferta de extraescolares desde la superación de cualquier tipo de prejuicio en torno a esta cuestión. La lista de propuestas es extensa. Por ejemplo, magia para niños y niñas.
2. Exceso de ocupaciones
El inicio del mes de septiembre describe el cambio de ritmo que existe entre el calendario escolar y el compás de las vacaciones. Un cambio de ritmo al que los niños necesitan adaptarse de manera gradual. A su vez, la conciliación es una cuestión importante y a veces compleja. Sin embargo, es recomendable no ocupar el tiempo de las tardes con distintas actividades que pueden causar estrés infantil. Es muy importante que el niño tenga tiempo para jugar y descansar. Por ejemplo, conviene elegir una o dos propuestas en este nuevo curso.
3. Elección de última hora
La vuelta a la rutina también está acompañada por una extensa lista de tareas: preparación del material escolar, compra de ropa y calzado, adaptación al nuevo horario… Sería un error restar importancia a la elección de las actividades extraescolares ya que la oferta de clases es tan extensa que conviene concretar esta elección a partir de la deliberación previa en torno a cuál es la propuesta que más puede interesar al niño.
4. Proyectar el pasado en el presente del niño
La decisión de que el niño disfrute de una determinada actividad extraescolar puede estar condicionada por la propia expectativa de la historia personal. Sin embargo, tu hijo protagoniza su presente desde su propia realidad. Tal vez se produzca está coincidencia de intereses pero es algo que no conviene deducir a modo de causa y efecto. En distinto contexto también es posible repetir este mismo esquema de falta de personalización al apuntar a los hermanos a las mismas clases. Lo mismo sucede cuando la decisión final de a qué actividad asiste al niño depende de cuál es la elección tomada por sus mejores amigos. El niño también podrá conocer a nuevos compañeros en este nuevo espacio.
5. No tener en cuenta la edad
El factor edad es un dato que contextualiza la etapa escolar en la que se encuentra el niño. Algo que no solo puede ocurrir en el horario escolar sino también en las clases extraescolares que, a pesar de tener una naturaleza distinta, también forman y educan. No solo conviene tener en cuenta los intereses del niño, sino también la edad. No solo puedes observar el significado de la edad por el dato de presente, sino que también puedes observar este factor temporal con una visión de corto plazo. Por ejemplo, puede ser positivo que el niño acuda a una actividad extraescolar que, si le gusta, pueda seguir practicando en el próximo curso.
6. Observar las clases extraescolares como una obligación
Las clases extraescolares tienen un enfoque distinto al ámbito académico. Ni siquiera son imprescindibles en todo momento. El juego también es una excelente oportunidad extraescolar para aprender cada día algo nuevo. Por ello, conviene no apuntar al niño a clases extraescolares solo porque esto sea algo que hace la mayoría. En el momento en el que una actividad extraescolar se convierte más en una obligación, entonces, conviene reflexionar sobre esta cuestión porque este hecho deja poco espacio para la diversión.
Por tanto, la agenda de actividades extraescolares aporta nuevos aprendizajes, y también, mucha diversión. Pero conviene no proyectar el esquema de la agenda de un adulto en el calendario infantil. En algunos casos, esta asistencia a extraescolares también puede fortalecer la conciliación al programar los horarios, pero es importante que este no sea el fin principal por el que el niño asiste a una materia en concreto.
Comentarios cerrados