6 errores a evitar cuando primer hijo se convierte en hermano mayor

Las relaciones familiares, analizadas desde una perspectiva sistémica, muestran los cambios que se producen cuando llega otro bebé a la familia. En ese instante, mientras que el universo familiar ha girado de forma principal alrededor del que, hasta ese momento, ha sido el hijo único, amplía su realidad con una nueva vida. Y, en consecuencia, el primer hijo se transforma en hermano mayor. ¿Qué errores es importante evitar con el primer hijo no solo en ese instante, sino también en el futuro?

1. Depositar en él demasiadas responsabilidades

En ocasiones, el primer hijo parece mayor de lo que es cuando asume un nuevo rol y se convierte en el hermano mayor. Sin embargo, su papel es distinto al de los padres. Por ello, es importante no depositar en él responsabilidades que no son acordes a su nivel de madurez y a su edad.

2. Hacerle sentir como si tuviera que ser un modelo a seguir para su hermano

La experiencia de crecer juntos aporta una perspectiva habitual. El hermano pequeño tiende a admirar al mayor hasta el punto de que repite muchos de sus comportamientos y palabras. Sin embargo, la influencia que este último puede causar en el nuevo miembro de la familia no es razón suficiente para que los padres le hagan sentir como si tuviera que ser un modelo de perfección constante. Es decir, no hay que poner sobre él infinitas expectativas porque sigue siendo un niño.

3. Comparar los sentimientos hacia los hijos

Hay una inquietud que surge en forma de pregunta cuando nace el segundo hijo: «¿Podré quererle tanto como a su hermano mayor?». Lo cierto es que el amor paterno o materno crece, se fortalece y se expande. Y es recomendable vivir cada proceso con naturalidad, evitando comparar los sentimientos hacia cada niño.

4. Poner la atención principal en el bebé

No se trata de dividir el tiempo de forma exacta como si fuese una ecuación matemática. Además, padres y madres también viven su propio aprendizaje en este contexto y hacen todo lo que pueden para acompañar a cada uno de sus hijos. Sin embargo, a veces es posible dirigir la atención con más intensidad hacia el bebé, mientras que el hermano mayor se siente en un segundo plano.

5. Hacer comentarios que puedan ridiculizarle por sentir celos o envidia

Los celos y la envidia que puede sentir el primer hijo cuando se convierte en hermano mayor no son negativos. En ese momento, hay alguien más que despierta la atención y el amor de sus padres quienes, hasta ese instante, han girado continuamente en torno a sus necesidades. Es muy importante no infravalorar sus sentimientos o ridiculizarle por sentirse de ese modo.

6. Más allá de las interpretaciones generales, cada niño reacciona de forma diferente

Convertirse en hermano mayor es una experiencia única y, en consecuencia, existen diferentes maneras de vivir esta nueva etapa desde el principio. El hermano mayor suele necesitar un tiempo de adaptación que comienza incluso antes del nacimiento del bebé. Durante ese periodo, la familia empieza a prepararle para dar la bienvenida al bebé. Sin embargo, la forma en la que cada niño vive el proceso cambia a partir de múltiples circunstancias como, por ejemplo, la edad. Por ello, es importante evitar las interpretaciones generales para entender las circunstancias y sentimientos concretos del protagonista.

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