6 consejos para prevenir el estrés navideño durante el embarazo

La Navidad es una época del año que produce una amplia variedad de sentimientos y emociones. La perspectiva de las fiestas puede cambiar y evolucionar a lo largo de la vida. En ocasiones, se producen puntos de inflexión que dejan una huella negativa. En otros casos, surgen acontecimientos que potencian el reencuentro con la esencia de las fiestas.

La formación de una familia puede propiciar esta experiencia. Pero la Navidad también puede implicar hacer frente a una extensa lista de tareas pendientes. En un breve periodo de tiempo, se intensifican las relaciones sociales, los compromisos familiares y las compras. ¿Cómo prevenir el estrés navideño durante el embarazo?

1. Planifica unas fiestas a medida de tus expectativas

Más allá de aquello que resulta frecuente a partir del convencionalismo social, prioriza tus necesidades, tus expectativas y tu momento personal. Anticípate a la llegada de las fiestas por medio de la planificación de objetivos sencillos y alcanzables.

2. Colaboración y ayuda

Existen objetivos comunes durante la Navidad como ocurre con aquellas metas que implican a varios miembros de una misma familia. La colaboración con los seres queridos simplifica los preparativos y evita asumir una sobrecarga de tareas.

3. Diseña un plan flexible

El plan previsto para las próximas fiestas puede romperse por circunstancias externas, pero también puede experimentar algunos ajustes a partir de tu propia decisión. Date el permiso de hacer los cambios que consideres oportunos a partir del transcurso de las fiestas, aunque el plan inicial fuese diferente. Por ejemplo, quizá decidas priorizar tu descanso. Reduce las expectativas que se anticipan a aquello que no ha ocurrido todavía: conecta con el presente.

4. Alinea tus compras con el presupuesto marcado

El estrés navideño también está relacionado con los cambios realizados en la economía personal. Con frecuencia, aumentan los gastos por la compra de los regalos de Navidad. Y crecen todavía más cuando las compras se realizan sin una planificación previa. Crea un presupuesto realista para orientar tus decisiones de compra.

5. Potencia la comunicación con tus personas vitamina

Las dificultades en las relaciones personales también pueden convertirse en una fuente de estrés navideño. Especialmente, cuando los encuentros se viven como una forma de obligación impuesta por la propia tradición, más que desde la libertad interior. Pon el foco en todos aquellos aspectos por los que quieres dar las gracias en Navidad y siempre. Por ejemplo, alimenta el contacto con tus personas vitamina, aquellas que te aportan una compañía que te resulta terapéutica. La conexión no depende de estar físicamente presentes en el mismo lugar. Los vínculos significativos también se nutren en la distancia.

6. Mantén una rutina bastante estable

La celebración de la Navidad trae consigo algunos cambios en la rutina habitual. Pero eso no implica que la transformación deba ser drástica o absoluta. Encuentra el equilibrio. Mantén aquellos hábitos que elevan el autocuidado. Escucha tus necesidades personales y date el espacio que mereces.

Disfruta de un tiempo que tiene un significado especial por tu propio momento personal. Durante las fiestas del próximo año tendrás la posibilidad de celebrar la primera navidad del bebé. ¿Qué aspectos te producen una sensación de estrés durante el periodo navideño? Identifica esos ladrones de energía para encontrar la solución más adecuada.

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