6 consejos para potenciar el liderazgo educativo en las escuelas

Hay muchos factores que los padres tienen en cuenta cuando están inmersos en la búsqueda de un centro educativo. Pues bien, el liderazgo escolar es uno de los ingredientes que puede marcar la diferencia en una institución que se posiciona como un referente en términos de innovación, calidad, coherencia y metodología.

El liderazgo aporta unidad y estructura a un proyecto de equipo puesto que, como ya sabes, la comunidad educativa está integrada por perfiles con motivaciones diversas. Y todos los participantes se unen alrededor de un hilo conductor. El liderazgo es muy deseable en la teoría. Sin embargo, no siempre se percibe con claridad a nivel práctico. ¿Cómo potenciarlo en escuelas y colegios?

1. Un director que acompaña a los profesionales del centro

El director desempeña un importante papel y asume el rol del líder. Desde su perspectiva, acompaña y orienta a maestros, pedagogos y otros profesionales que componen el organigrama del centro. El sector de la enseñanza es cambiante y exigente por aquello que representa. En consecuencia, quienes trabajan en escuelas y colegios pueden impulsar su formación constante por medio de cursos y talleres.

2. Decisiones coherentes con la filosofía, visión y misión del centro

Cada escuela tiene su propia esencia. Su identidad y enfoque quedan sintetizados en la filosofía, la visión y la misión que inspira el trabajo desarrollado por los profesionales. El liderazgo educativo se fortalece por medio de la coherencia que acreditan aquellas acciones que dan forma a los principios del centro. Es decir, estos últimos se materializan en decisiones, iniciativas y medidas que refuerzan la identidad del proyecto.

3. Educación integral

Más allá de la importancia que la tecnología ha adquirido en el campo educativo, la mirada siempre debe centrarse en la persona. La trascendencia de la enseñanza recibida en el ámbito académico va más allá de los exámenes y las notas de las distintas asignaturas. La formación recibida se orienta hacia el desarrollo integral de los alumnos. Y dicha formación holística está respaldada por la libertad, el sentido crítico, los valores…

4. Participación de padres y familias

El liderazgo educativo en escuelas y colegios crece cuando las familias tienen una implicación real en la vida del centro. Es importante que los padres sean partícipes de las novedades del proyecto, especialmente, en aquellos aspectos que inciden directamente en sus hijos.

5. Potenciar el liderazgo en los niños

La integración de la inteligencia emocional en el ámbito de la enseñanza es clave para cultivar el valor de la empatía, la escucha activa, el diálogo, la negociación, la colaboración y, por supuesto, el liderazgo.

6. Participación en proyectos solidarios

La práctica de la solidaridad refleja la huella que un centro educativo puede dejar en el entorno en el que participa. Muchos centros educativos se suman a iniciativas que consiguen objetivos relevantes gracias a la colaboración de los profesionales, alumnos y familias que están vinculados con la institución.

El liderazgo educativo no se conquista de forma inmediata, sino que se construye día a día a través de una visión de futuro que se alinea con un presente que está iluminado por los valores del centro.

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