6 consejos para que los niños descansen realmente en vacaciones

Las vacaciones escolares son sinónimo de descanso y desconexión respecto a la rutina habitual. Sin embargo, el verdadero descanso no se produce como una consecuencia directa del final de curso, sino que la forma de organizar y vivir este periodo influye en el balance final. ¿Cómo crear un clima propicio para que los niños descansen verdaderamente en familia?

1. Hacer una pausa en algunas de las actividades

Generalmente, el verano implica una pausa en diversas actividades que se realizan durante el curso mientras que, por el contrario, también invita a vivir otras experiencias que se alinean con el contexto estacional. El cine de verano o las tardes en la piscina son dos propuestas apetecibles. ¿Qué planes en familia te encantaría realizar con más frecuencia durante las vacaciones al no planificar ese tipo de propuesta con tanta continuidad durante el curso?

2. Tiempo para jugar

El tiempo para jugar durante la infancia no es exclusivo del verano, pero debería respetarse como una auténtica prioridad durante las vacaciones. Para ello, conviene entender el valor que tienen los juegos infantiles en relación con el movimiento, las habilidades sociales, la creatividad y el bienestar emocional.

3. Planes al aire libre

El descanso estival no es sinónimo de sedentarismo o inactividad. El tiempo en casa contrasta con las actividades al aire libre que aportan bienestar desde una perspectiva emocional. Es decir, el contacto con la naturaleza tiene un impacto positivo en los niños y, además, es un hábito muy saludable en una sociedad tan tecnológica. Potencia la libertad en los movimientos, promueve la conexión con el ahora, previene el estrés y facilita la expresión emocional.

4. Crear una rutina adaptada a las vacaciones

El descanso mantiene una perfecta conexión y equilibrio con la actividad. Es aconsejable hacer algunas modificaciones en la planificación del tiempo para adaptar la rutina diaria al nuevo contexto de las vacaciones. Sin embargo, como sucede durante el curso, es recomendable que cada día tenga una base con una estructura de horarios previsible.

5. Prolongar el disfrute alrededor de la mesa

Para reforzar la calma y el relax durante las vacaciones estivales también es recomendable disfrutar desde otra perspectiva de aquellos momentos que avanzan con más velocidad durante el curso como, por ejemplo, el inicio de la jornada o la hora de la comida. Es un buen momento para fluir con más flexibilidad sin estar tan determinado por horarios totalmente marcados.

6. Límites claros para regular el uso de pantallas (en niños y adultos)

Existen tantos estímulos que no siempre es fácil lograr un verdadero descanso. Los padres suelen reflexionar mucho en torno a los límites adecuados en el uso de las pantallas para proteger a sus hijos de aquellos riesgos que surgen alrededor de los dispositivos como, por ejemplo, la dependencia. Sin embargo, en la etapa adulta también existe una diferencia entre el uso positivo y el abuso. Y el descanso infantil fluye con mayor naturalidad en un entorno que no está permanentemente conectado a distracciones externas puesto que la magia de las vacaciones se descubre desde el aquí y el ahora.

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