6 consejos para potenciar la bondad infantil y la amabilidad
La amabilidad y la bondad son dos ingredientes que suelen estar muy presentes durante la educación en valores de la Navidad. Sin embargo, la importancia de estos factores trasciende más allá del periodo navideño. En El Blog Infantil compartimos seis consejos para cultivar ambas perspectivas en la infancia de los niños.
1. Cuidado con idealizar la bondad infantil
La capacidad de hacer el bien es inherente a la naturaleza humana. Pero adultos y niños también pueden alejarse de los principios que sostienen el bien común. A veces, surge una tendencia hacia la idealización de la inocencia infantil cuando, en realidad, existen comportamientos que también merecen atención y corrección.
2. Actividades de solidaridad en familia
La solidaridad es un valor que puede potenciarse en la vida familiar y educativa. De hecho, hay muchas iniciativas que demandan la colaboración social con causas que también pueden propiciar la implicación y la participación de los niños.
3. Destacar la bondad que hay en el mundo
En la actualidad, el exceso de información que pone el acento en posibles peligros, alarmas y noticias preocupantes tiende a mostrar una visión parcial de una realidad en la que también hay belleza, buenas acciones, motivos para la esperanza y gestos de amabilidad. El modo en el que hablas cada día de aquello que acontece puede transmitir a tu hijo una visión del mundo como un entorno constantemente inseguro o, por el contrario, un espacio en el que también cuenta con el apoyo y el acompañamiento de muchas buenas personas.
4. Planes culturales y artísticos
La bondad y la amabilidad conectan con el humanismo, la creatividad, el arte, la expresividad y la dimensión trascendente del ser humano que deja su huella a través del cine, el teatro, la pintura, la poesía, la literatura infantil… La cultura, en sus distintas manifestaciones, es un alimento de la bondad y la amabilidad porque potencia la interioridad.
5. Fomentar la bondad a través del cuidado
Y el cuidado puede alinearse en distintas direcciones, por ejemplo, hacia los abuelos, hacia aquellas personas mayores del barrio que viven solas y, también, hacia la naturaleza. En definitiva, la educación familiar puede alinearse con un estilo de vida centrado en la visión de la protección de la comunidad como motor del bienestar individual.
6. Enseñar el valor del perdón y la rectificación a través del ejemplo
La capacidad de practicar la bondad, como hemos comentado, es inherente a la naturaleza humana. A través de ella, el ser humano cultiva la virtud y la amabilidad. Pero nadie es perfecto y el error también es posible en el plano de la acción. Por ello, puedes transmitir a tu hijo el valor del perdón y la rectificación por medio de tu propio ejemplo personal. Es un valor que puedes mostrarle en tus relaciones con otras personas, pero también con él.
El día 13 de noviembre enmarca una jornada muy especial en el calendario: el Día Mundial de la Bondad. La bondad es una semilla que se cultiva en uno mismo, pero también se percibe en los demás. Y hace de este mundo, un entorno más esperanzador a nivel existencial.
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