6 consejos para potenciar el interés por la lectura en los niños
El interés por la lectura se materializa, principalmente, desde una perspectiva práctica. Es decir, se integra en diferentes momentos de la vida familiar. ¿Cómo acompañar al niño en el descubrimiento de sus primeras lecturas para que ese hábito se consolide con el tiempo?
1. Lectura recreativa
Es posible elegir una obra infantil por diferentes razones. Actualmente, destacan los cuentos y libros que aportan información de interés para el lector. Por ejemplo, es posible seleccionar libros que tratan temas relacionados con el colegio coincidiendo con el regreso a clase después de un periodo de vacaciones. Sin embargo, la elección de un libro tiene sentido por sí misma porque el entretenimiento es clave en la lectura recreativa.
2. Leer diez o quince minutos al día
La formación del hábito lector no evoluciona de forma idéntica en todos los casos. Cada historia presenta sus matices concretos. Leer diez o quince minutos al día es una referencia realista y alcanzable. Un periodo de tiempo breve que, sin embargo, produce una huella muy positiva en relación con el interés por la lectura. Cuando esos minutos se integran como una rutina más en cada día de la semana, el lector se familiariza con esa actividad.
3. Potenciar la corresponsabilidad entre el hogar y el ámbito educativo
Familias y centros escolares pueden trabajar en equipo para despertar el interés por la lectura en los niños. En consecuencia, la corresponsabilidad entre maestros y progenitores es clave para colaborar en la formación del hábito lector.
Además, la lectura durante la infancia tiene un enfoque recreativo y académico. La primera perspectiva pone el acento en el entretenimiento, la diversión y el ocio. La perspectiva didáctica, por su parte, subraya el valor del aprendizaje y el descubrimiento de conceptos sobre las diferentes materias escolares.
4. Libros situados en diferentes rincones del hogar
El interés por los libros aumenta cuando el lector tiene la posibilidad de acceder fácilmente a diferentes recursos de lectura (y no solo en la biblioteca del barrio o del colegio). Aunque los libros infantiles suelen llamar la atención por sus originales portadas, la ubicación de las obras también es clave para que la propuesta adquiera un mayor protagonismo frente a otras opciones de ocio.
5. Limitar el tiempo de televisión
Previamente hemos comentado que es aconsejable que los libros ocupen un lugar visible en diferentes partes del hogar. Es decir, es recomendable seleccionar una ubicación que destaca por su accesibilidad. En algunos casos, también conviene limitar el tiempo de televisión. Cuando ocupa un espacio importante en la vida familiar, se convierte en una distracción que interfiere en el interés por la lectura.
6. Objetivos flexibles
Aunque anteriormente hemos indicado que el hábito de leer diez minutos al día puede presentarse como una meta realista, es esencial que el proceso no esté constantemente determinado por objetivos medibles. El interés por la lectura se convierte en un viaje de descubrimiento que es muy personal. Cuando la atención se centra continuamente en la meta, cada etapa del camino puede quedar en un segundo plano (cuando, en realidad, representa lo verdaderamente importante en la interacción con las grandes historias).
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